El presidente de Populares en Libertad (PPL), Ignacio Velázquez, reveló ayer que a principios de enero de 2014, encargó a un amigo personal que hiciera unas indagaciones para averiguar quién estaba detrás del perfil falso de las redes sociales Lisbeth Salander. De esta manera, Velázquez quiso averiguar si sus sospechas de que Salander podría estar pasando información desde el seno de PPL eran certeras. Después, este amigo suyo, del que no facilitó su identidad, contactó con la unidad de Policía Judicial y Delitos Informáticos de Málaga, que fue “el germen de la investigación” de la Operación Montecristo. Velázquez ofreció ayer por primera vez este dato en una rueda de prensa en la que salió a relucir el caso Salander, pseudónimo sobre el que “PPL nunca ha ocultado la relación que tuvo en una primera fase”. Lo hizo, insistió, como una manera de difundir su mensaje en un momento en el que PPL se sentía “vetado” en los medios de comunicación, optando entonces por las redes sociales, que eran el campo de actuación de Lisbeth Salander.
El presidente de PPL aclaró que se apoyó en este personaje en algunas de las actuaciones que realizaba y no en su totalidad, pero decidió romper de manera “traumática” al ver que Lisbeth Salander tomó “una deriva peligrosísima y gravísima” como fueron los insultos a miembros del Gobierno y sus familiares. Ignacio Velázquez dejó claro que en su trayectoria política nunca ha recurrido al insulto, ni siquiera a los apodos porque no le gusta. “Me parecía ofensivo, gravísimo y deleznable el hecho de que se insulte y se ponga en entredicho a los familiares”, señaló.
Según Velázquez, eso motivó que Salander empezara a atacar también a los dirigentes de PPL en las redes sociales, por lo que el partido llevó a cabo dos actuaciones. La primera, adelantar su congreso extraordinario para “quitarse políticamente de en medio” a los afiliados de PPL sobre los que había sospechas de que pudieran estar detrás de Lisbeth Salander. Y la segunda, denunciar ante la Guardia Civil, aprovechando que este cuerpo había iniciado una información reservada. “Esa denuncia ha favorecido el esclarecimiento de muchos hechos”, afirmó el presidente de PPL.
Por ello, defendió que su partido, aunque tuvo una relación inicial con Salander, tomó medidas para cortarla cuando consideró que la actuación del pseudónimo ya no era ética. Por el contrario, consideró “paradójico y contradictorio” que los adversarios políticos que “intentan acosar” a PPL con este asunto “siguieran claramente manteniendo conversaciones y contactos con este personaje”.
Velázquez se refirió así a Ciudadanos (C’s), de cuyo responsable, Eduardo de Castro, dijo que hay una conversación en el sumario de la Operación Montecristo en la que “decía que sabía quién era Salander y que era un hombre joven”. “Las personas que nosotros expulsamos del partido, ellos las acogen en su foro de conversación”, indicó el líder de PPL.
