El recibidor del colegio Enrique Soler acogió ayer por la tarde el acto académico de entrega de diplomas y orlas a los alumnos de Educación Infantil, de dos y de cinco años, y a los de sexto de Primaria. El hall del centro educativo se quedó pequeño para albergar a la cantidad de familiares de los pequeños, que no quisieron perderse cómo sus hijos, sus hermanos o sus nietos terminaban un ciclo escolar para, el curso que viene, comenzar una nueva etapa educativa. El recibidor del colegio Enrique Soler acogió ayer por la tarde el acto académico de entrega de diplomas y orlas a los alumnos de Educación Infantil, de dos y de cinco años, y a los de sexto de Primaria. El hall del centro educativo se quedó pequeño para albergar a la cantidad de familiares de los pequeños, que no quisieron perderse cómo sus hijos, sus hermanos o sus nietos terminaban un ciclo escolar para, el curso que viene, comenzar una nueva etapa educativa. El acto contó además con la presencia del consejero en funciones de Educación y Colectivos Sociales, Antonio Miranda.
Los primeros en recoger sus diplomas y sus orlas fueron los más pequeñitos. A las seis de la tarde fueron pasando uno por uno para recoger, de manos de quienes han sido sus maestros, sus diplomas. Más tarde, en torno a las siete, llegó el turno para los alumnos de cinco años de Educación Infantil. Los últimos en salir fueron los alumnos de sexto de Primaria, que acaban su etapa en el colegio de Huerta Salama para empezar una nueva, la de Secundaria, en alguno de los institutos de la ciudad.
Así, alrededor de 350 niños celebraron este día tan especial con el que casi, casi ponen el punto final al curso escolar 2014-2015 para comenzar las vacaciones más esperadas del año para ellos, las más largas, las de verano.