Imagen de parte de la fachada de la vivienda de Boucetta que da a su habitación, donde justo debajo se encuentra instalada la chimenea
Ali Boucetta lamenta la ausencia de soluciones por parte de la policía y de autoridades políticas para atajar una situación con la que lleva lidiando desde hace más de 10 años
Humo, mal olor y fuertes vibraciones. Estos son los principales problemas a los que tiene que hacer frente diariamente Ali Boucetta, vecino del barrio ‘Tiro Nacional’, por culpa de la chimenea de un local que se encuentra ubicada “a un palmo” de la ventana de su habitación. Un auténtico suplicio que lleva sufriendo desde hace ya 14 años y que, tal y como denuncia, nadie le ha ofrecido una solución. “He hecho varias quejas al ayuntamiento, he llamado a la policía, la cual ha venido un montón de veces, y la chimenea sigue ahí. Y me está matando”, critica Boucetta, quien asegura que lo único que han hecho es cambiar uno de los tubos que solo ha provocado que la chimenea despida más cantidad de humo y aún más molesto.
Boucetta asegura que existía otro lugar donde instalar la chimenea de manera que no le incordiase, pero afirma que no quisieron hacerlo.
“No quieren hacer más trabajo para que suba la chimenea directamente por el filtro de la vivienda del bloque. Hay un hueco pero no lo quieren hacer, han roto la pared y colocaron una turbina que es enorme como la de un avión a 20 centímetros de mi ventana”, relata, afirmando que le ha trasladado sus quejas al dueño del local exponiéndole los problemas de salud mental que padece a causa del ruido y los humos del extractor, pero no ha tenido éxito.
Unos problemas a los cuales hay que añadirle que ahora mismo se encuentra aislado por ser positivo en covid-19 y el hecho de haber sufrido dos infartos cerebrales hace años, lo que dificulta aún más su bienestar
Un local carente de licencia
Boucetta denuncia también que dicho local carece de licencia. “Les ha dado un toque el ayuntamiento para que cierren la cocina, pero ellos siguen cocinando, hacen pinchitos y barbacoas dentro del local”, asevera, criticando al mismo tiempo la pasividad de la Policía ante esta situación cada vez que ha tenido ocasión de denunciarlo.
“Cada vez que vienen toman nota pero a mí no me solucionan”, critica, denunciando los ruidos constantes que genera dicho local por los gritos y las fiestas que se celebran hasta las cuatro de la madrugada a puerta cerrada.
Boucetta asegura que no es el único que sufre este problema, puesto que otros vecinos también se han quejado del humo que desprende la chimenea, pero sostiene que él es el único que protesta y alza la voz al ser el más perjudicado en toda esta situación debido a la ubicación de la chimenea.
Así pues, asegura que ha contratado a unos abogados para que le ayuden a encontrar una solución al infierno que padece desde hace mucho tiempo.
