Javier Moreno, que señala que el bebé se encuentra bien, relata que acudieron a él para poder rescatar al niño, que se encontraba con su madre en el camarote de la embarcación: “Ha sido muy duro”, asegura
Hay historias que, a pesar de ser dramáticas, a veces suelen acabar en final feliz.
En Melilla, una de esas historias las ha protagonizado Javier Moreno Ruiz, quien este lunes ha salvado la vida del bebé que viajaba a bordo de la patera que volcó cerca de Aguadú con 10 migrantes más a bordo tras embestir a una embarcación del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.
Moreno, que se encontraba junto con su hijo y un amigo en una embarcación de recreo en el momento en el que sucedieron los hechos, cuenta al MELILLA HOY que una persona en una moto de agua se le acercó para pedirle ayuda para rescatar al bebé, que se encontraba con su madre en el camarote de la embarcación volcada. Así, se puso el equipo de buceo “para estar preparado” y fue en dirección a la patera.
“Me meto, hago varias inmersiones y no toco nada. Saco una tela, saco botellas, saco cosas para ver dónde estaba el niño porque no había visión. Estaba todo oscuro”, relata, añadiendo que, tras una sexta inmersión en el agua, toca una pierna y tira de ella, pero “no salía”.
En ese momento, los nervios ya empezaron a acosarle, por lo que decidió “concentrarse”, hacer apnea y volver a sumergirse hasta que descubre la pierna del bebé. “No suelto la pierna, tiro hacia arriba y cojo al niño, que me lo noto en el pecho. Tiro de la pierna de la madre, y se me engancha al bañador. Entonces quito la mano del bañador, tiro de la madre y subo con el niño (a la superficie)”, prosigue, afirmando que, tras eso, dudaba de si la madre estaba dentro o fuera del agua, así que entregó el niño y volvió a sumergirse de nuevo para disipar las dudas. “Me metí hasta dentro, toqué todo y no había nada. El camarote estaba vacío”, agrega.
“Saqué inconsciente al niño”
Moreno asegura que el niño estaba “muerto” cuando lo encontró.
“Era un blandiblú, un muñeco cuando lo estaba subiendo. Así que lo subí, le di un apretón y soltó un poco de agua, pero el niño estaba inconsciente. Saqué inconsciente al niño”, remarca. “Ha sido muy duro. Una mezcla entre alegría y tristeza, pero he salvado una vida”, dice con la voz quebrada y las lágrimas recorriéndole las mejillas.
Afortunadamente, afirma que el niño se encuentra bien en el hospital después de que lo visitaran este martes.
“Le llevamos un osito de peluche y un Nemo, porque va a ser mi pececito, y la madre es una madre coraje”, dice, afirmando que, en cambio, ha visto “triste” y “apagada” a la madre. Asimismo, niega que esta última le haya visto en algún momento la cara para poder reconocerlo.
“A mí nadie me ha visto nada. Yo estaba con las gafas de bucear y saqué al niño, vi que no había nadie abajo, cogí y volví al barco. Me han preguntado cómo me llamaba y respondí que anónimo”, cuenta, apuntando que no quería que nadie supiera de su identidad. “Me he mantenido al margen”, sostiene, asegurando que su “premio” es su hijo porque le haya visto “como a un héroe”.
No obstante, dice que su hijo “lo está pasando mal” con dicho suceso. “No quiere ver ningún vídeo de los que han salido porque dice que se acuerda de ayer (por este lunes). Ha sido un poco salvar a un niño y a mi hijo, que estaba ahí”, reflexiona.
“Un sueño feo y bonito a la vez”
Asegura que no lo pensó en el momento en el que decidió sumergirse para rescatar al bebé.
“Me gusta el mar, llevo desde los cuatro años buceando, pues quién mejor que yo que esté ahí. Alguien me puso ahí para que estuviera en ese momento”, dice Moreno, que reconoce que no puede evitar las lágrimas cada vez que ve un vídeo del momento del rescate.
“Estoy como en un sueño feo y bonito a la vez”, concluye.
