El sindicato UGT denunció ayer las “condiciones bastante malas” en las que trabajan los 27 trabajadores de los cinco aparcamientos públicos de Melilla, adjudicados por Emvismesa a tres empresas diferentes. La situación más problemática, según el sindicato, se da en el parking de Isla Talleres, donde solo hay un trabajador para atender una instalación de 10.000 metros cuadrados, con dos puertas de vehículos, siete peatonales y tres plantas. Esa falta de personal hace imposible, según UGT, que se eviten los incidentes y el descontrol que se está dando en este céntrico aparcamiento inaugurado hace poco más de un año. El secretario general de la Federación de Servicios de UGT (FES-UGT), José Luis Faus, el aparcamiento de Isla Talleres se ha convertido en este corto periodo de tiempo en un lugar que “los ciudadanos utilizan como aseo, como lugar para mantener relaciones sexuales, para la venta de coches y como almacén”. Además, el representante sindical aseguró que también se están cometiendo robos en este parking, amparados en una carencia de seguridad: no hay circuito cerrado de cámaras de vigilancia, como sí tienen los otros cuatro aparcamientos públicos de Melilla (Cruz Roja, Plaza de las Culturas, Mercado Central y Melilla la Vieja).
Faus dejó claro que todas estas incidencias son imposibles de evitar cuando hay solo un trabajador para atender un parking tan grande y con tantos accesos como el de Isla Talleres, que además tiene que desempeñar cuatro profesiones diferentes: limpieza, mantenimiento, seguridad y control de acceso. “Lo vemos surrealista”, dijo el dirigente sindical, que lamentó que alguno de los empleados incluso ha sido agredido tras increpar a aquellos usuarios del aparcamiento que estaban haciendo un uso indebido de las instalaciones.
El dirigente sindical consideró que posiblemente Emvismesa “desconoce en mucho o en parte esta situación” porque de lo contrario, habría intervenido ya tomando medidas para resolver una situación que, según aclaró, no es la misma en todos los aparcamientos.
Así, indicó que en el caso del parking de Cruz Roja, la plantilla ha sido ampliada recientemente con una limpiadora y un cristalero “porque la empresa ha visto que no se llega” para poder atender la instalación.
En el caso de los aparcamientos más pequeños, apuntó que la ampliación de plantilla no sería necesaria, siempre y cuando los trabajadores no tuvieran que hacer otras funciones diferentes de las que tienen asignadas.
Convenio colectivo
Para paliar esta situación, UGT lleva dos meses intentando crear una plataforma para negociar con la Confederación de Empresarios (CEME) un convenio colectivo provincial como los que ya se han impulsado en otras regiones. De esa manera, Faus dijo que se dotaría a los trabajadores del sector de “una seguridad jurídica mínima” al que pudieran acogerse, ya que ahí estarían recogidos y regulados sus derechos y deberes.
Además, con un convenio colectivo, los trabajadores del sector de aparcamientos y garajes de Melilla podrían salir del “limbo” en el que, según Faus, están en estos momentos. También lamentó el desinterés por este asunto de otros sindicatos que sí tienen representación en el sector.
