Hay personas que se quedan impresas en la memoria ajena, mas por lo que dicen que por lo que callan. Las palabras son, una de las cámaras fotográficas más primitivas, pero no por ello, menos actuales. Incluso que las “vigentisimas” “table”, que si han conseguido, que más de medio mundo “agache” la cabeza, como una común adoración al dios de la imagen, no por ello,…
…esa imagen deja de ser idéntica, o al menos muy parecida, a aquella que solían enseñar, los inolvidables “catasfalcos” de tres patas, que los fotógrafos de parques, tenían con pajarito incluido.
Digo esto, porque recuerdo, así, a bote pronto, aquella famosa frase referente y dicha, -sin ánimos de ofender-, a los políticos y gente de la alta alcurnia y responsable entrega al bienestar social, por el gran filosofo Kake de Calatrifa: “No te fíes de lo que dicen, ni tampoco te fíes de lo que hacen, ni te fíes de cuando duermen, porque sueñan que harán cuando despierten”.
Por eso, al señor Trillo, más que actualizarlo por la trola tratativa en su trato, traumatizante, por un travestido no travieso, pero si tremendo, según trasciende, lo recojo en aquella exposición que hizo en esta ciudad, a raíz de ser nombrado flamante “menestro” del Ejercito . Dijo ante una numerosa grey informativa local: “Ahora el Ministerio de Defensa va a adquirir unos misiles de largo alcance, por si tiene que defender Ceuta y Melilla de Marruecos”
Así como suena y permanece escrito en el Diario de aquel día, valga la redundancia. Lo que ocurrió-y suele ocurrir casi siempre- es que, de entre todos los profesionales del micrófono, que estaban presentes, no hubo uno que sonriendo le dijera: “Señor Menestro, ¿es que el Ministerio Español del Ejercito, no cuenta con un Plan estudiado y secreto de defensa de estas dos ciudades si lo necesitaran? ¿O en caso de una emergencia, va a tener vd. que salir corriendo a la tienda más cercana a comprar unos kilos de misiles para tal evento?
A mí no me extraña, que un individuo como este, con la vara de mando de un ejército, sea capaz de cometer algún desaguisado, como según dicen, se ha cometido en ese avión, de cual los familiares de las numerosas víctimas, han luchado por qué no quedara todo en el aire.
Por lo tanto la pregunta surge sin ánimos de venganza: ¿Trillo en el trullo? Por que esperamos que entre todos los trillos y trillas que por desgracia existen en la política nacional, no vuelva a ocurrir desgracia de esta índole. O de otras. Pues ellos no pagan. Pagamos nosotros. Los paganos de siempre.
Buenos días y suerte.
