Thomas Werner, extremo izquierdo germano-argentino, se ha convertido en el primer y por ahora único refuerzo de invierno del Melilla Sport Capital Balonmano, que hasta antes del parón de Liga ha luchado por conseguir una de las dos plazas que da opción a disputar la fase de ascenso, pero las bajas, las lesiones y el sobreesfuerzo le han pasado factura. La plantilla sigue siendo corta y descompensada, aunque el club trabaja en la incorporación de un central y un lateral izquierdo, pero la llegada del extremo Thomas Werner va a ayudar mucho y ha servido como revulsivo para el resto de compañeros.
El extremo, rápido, ágil y con goleador dijo que ya conocía la Ciudad y al equipo melillense, al que se ha enfrentado en otras ocasiones: «Conocía a Melilla y esta temporada llegó Jean de Jesús, un buen amigo mío y compañero en mi época en el BM. Bolaños, y me habló muy bien del proyecto, que me interesó desde el inicio de la temporada, pero no pudo ser y tuve que buscarme otras opciones, aunque ahora se dio la oportunidad y se ha cerrado la cosa con bastante facilidad. Las dos partes nos conocíamos y queríamos compartir caminos».
Además, el joven extremo ya se ha entrenado junto a sus compañeros y ha recorrido las calles de la Ciudad: «Melilla es un lugar lindo, hay muy buenos compañeros y el cuerpo técnico es de maravilla. Hemos tenido ya algunos entrenamientos y se entrena duro aquí, aunque eso me gusta la verdad. De momento todo en orden».
Precisamente, sobre su fichaje indicó que Jean de Jesús fue clave, ya que fueron compañeros de equipo y de piso durante dos temporadas en el BM. Bolaños y siguen manteniendo una gran amistad: «Pude hablar mucho con Jean de Jesús antes de venir y todo lo que me decía era muy positivo, y eso ha sido decisivo para venir. Aquí me he encontrado un lindo grupo y creo que nos va a ir bien juntos».
Werner asegura que es muy metódico, que le gusta entrenar bastante y que su vida es el balonmano. “Soy disciplinado, trabajador y espero poder aportar al equipo mi energía y dar lo máximo».
Por último, reconoció que cuando el secretario técnico, Eric Bencheluch, le ofreció venir, ya sabía de la lesión de Abiel Villalobos, pero no el alcance y la dureza de un contratiempo que va a tener al internacional mexicano al menos entre 6 y 8 meses lejos de las pistas: «Sin duda, es un golpe duro para el equipo, para todos, pero, además, para mí supone un punto más de presión y de exigencia porque sé que de momento soy el único refuerzo y me toca dar la cara en un momento importante para el equipo”.
“Habrá que ajustar todo lo máximo posible y luchar porque salga bien. Yo no soy central, sino extremo, pero si me toca jugar de central en algún momento lo haré y lo intentaré hacer de la mejor manera posible», concluyó el extremo izquierdo.
