Casi medio centenar de transfronterizos se concentraban por segunda vez en las puertas de la Delegación de Gobierno para reclamar mayores facilidades a la hora de renovar los permisos. El secretario general de la Construcción de UGT, Abdeselam Anana, asegura que piden numerosa documentación con unas tasas públicas muy costosas para que al año siguiente tener que de nuevo renovarlo. Es por ello, por lo que afirmó que "si no quieren que los transfronterizos trabajen en la ciudad, que al menos les abonen lo que han cotizado a la Seguridad Social", y es que algunos señalan llevan hasta 30 años empleados en Melilla. A grito de ¡Permisos sí, abusos no!, casi medio centenar de trabajadores transfronterizos se concentraron por segunda vez en las puertas de la Delegación de Gobierno arropados por UGT. Su principal demanda, facilidades para renovar los permisos de trabajo, ya que desde hace tres años cada vez ven más "trabas" para poder renovar dichas licencias. Es por ello, por lo que piden que si no quieren que trabajen en la ciudad que la Seguridad Social "les abone lo que han cotizado", sentenció Abdeselam Anana, responsable de la federación de Construcción de UGT.
El representante sindical no comprende porque si antes se renovaban los permisos cada cinco años, ahora se haga de forma anual, solicitando cada vez los mismos papeles. En concreto, el certificado marroquí de que no poseen antecedentes penales, la tasas públicas de unos 200 euros por el trámite, el certificado médico o el papel de las Oficinas de Empleo de que "no existen trabajadores nacionales" en España de la categoría que demandan, relató Anana.
El dirigente sindical asegura que los transfronterizos "no buscan trabajo, sino que quieren que cuando encuentren trabajo no le pongan tantas pegas", sobre todo, a aquellos que llevan ya hasta 30 años trabajando en la ciudad. Anana censura que una persona que lleva este tiempo "le paren la vida laboral", toda vez que sostiene que un empleado que lleve ese tiempo "tiene un derecho adquirido y no le pueden dejar tirado".
A esto se suma, según indicó Anana, que cuando finaliza el permiso de trabajo "no tienen derecho a nada, ni Seguridad Social, ni asistencia sanitaria" a partir de tres meses después. Así, indicó que la Delegación de Gobierno ya les comunicó que "iba a ser automáticamente", pero advierten que esto finalmente no ha sido así. Solo en la construcción estiman que hay entre 400-500 personas pero con permiso de trabajo, explicó, puede haber hasta 4.000 personas.
"Qué pasa, que cuando había ladrillo y no había cualificados sí", lamentó Anana. "Para los transfronterizos no hay ningún derecho", sostenía uno de ellos quien asegura que los papeles que le piden son "para que los echen a Marruecos". "El ladrillo de Melilla lo hemos levantado nosotros y es que antes cuando no había oficiales, nos daban el permiso de trabajo, ahora en crisis, no se renuevan", lamentaba este transfronterizo.
Hasta “tres tasas” para 1 mes y medio
Uno de los transfronterizos contaba que había pagado tres tasas, esto se supone según las cifras que señala Anana, unos 600 euros para trabajar un mes y medio. Y es que según contó tuvo que esperar 9 meses hasta que le entregaran el permiso. Ahora, se ve que de nuevo tiene que renovar el permiso, con todos los papeles a entregar que ello supone.
