Después de los comicios electorales celebrados el pasado 20 de diciembre, El Partido Popular ha resultado ser el ganador de las elecciones, pero saco en conclusión, después de ver los medios de comunicación, que a su líder político, Mariano Rajoy, le resulta imposible llegar a acuerdos suficientes para ser investido como primer ministro de este país.
Éste no es el problema fundamental, ya que no estamos en un régimen presidencialista, sino parlamentario, por lo que si no se llega a un acuerdo con un mínimo de partidos que le apoyen, Rajoy debe de presentarse al Rey que sí es el jefe del Estado y comunicárselo y proponerle que si el PSOE y PODEMOS se encuentran con el mismo problema, que sea Albert Rivera el nuevo presidente de España. Ya que esta cuarta convocatoria le permitiría a Albert Rivera pedir acuerdos con el PP y PSOE para ser investido presidente; algo que yo veo muy factible. Ciudadanos es un partido que no le disgustaría gobernar en minoría. Y dada su facilidad para establecer pactos con otros partidos no le sería difícil gobernar este país.
El propio monarca serviría como moderador entre un pacto de Gobierno Derecha-Ciudadanos o Izquierda-Ciudadanos y así obtener una mayoría simple.
Esta coalición podría gobernar solo con pactos puntuales y llevar a cabo la nueva política regeneracionista de la deseada por la gran mayoría de los votos emitidos por el pueblo español. Además, tendría que aprobar las propuestas socialistas de sensibilidad social que propone PSOE, PODEMOS y UP y la unidad nacional y nuestro sistema económico de la que es garante PP y PSOE …España ha votado experiencia, seguridad, ascenso económico y unidad nacional, pero atendiendo a una mayor sensibilidad social: “Eso es lo que se ha votado y no otra cosa”… Está tan claro como el agua. El pueblo español ha votado un gobierno de diálogo y no de “rodillo”, como el que ha habido hasta ahora. Y el Rey puede solucionar este problema con una propuesta de su primer ministro, si éste no pudiera seguir siéndolo. Porque para eso lo tenemos… Incluso en circunstancias así, el Rey tiene poder de mediación política. Así que si a Juan Carlos I le tocó salvaguardar la democracia naciente del 78, al nuevo monarca le tocará salvaguardar la nueva concepción democrática del Siglo XXI.
Unas nuevas elecciones supondrán para este país una inestabilidad económica que tardaríamos casi un año en recuperarnos de ella, una inquietud política que nos pondría a la cola de Europa nuevamente y un “cachondeo” para los votantes del que ya uno empieza a estar harto, ya que el votante no votará al partido que de verdad cree que debe gobernar, sino visto lo visto, lo hará al partido que pueda llegar a acuerdos de gobierno (como la gente que ha votado al PP sabe que su partido no puede gobernar, pasaría el voto a Ciudadanos a modo de desbandada) y eso no es democrático… Desde mi perspectiva, señores políticos, creo que esto no es el regateo de un mercadillo de domingo. Esto no es una república ni el camarote de los hermanos Marx. El político a veces debe de abandonar sus intereses de partido para dar paso en circunstancias no esperadas a otras posibilidades que él vea claro que benefician no a su partido, sino a otro mucho más importante… España.
