Ni una incipiente lluvia que cayó sobre la ciudad alrededor de las 13 horas de ayer restó brillo a la celebración del nuevo año amazigh, el 2967. Una tradición que en cierta forma se estaba perdiendo y que se está recuperando desde hace un par de años con el respaldo del Instituto de las Culturas y la colaboración de la Consejería de Cultura. El viernes se inauguró una exposición de joyas y objetos bereberes y ayer se ofreció un variado programa de actividades lúdicas, teatrales, musicales y tradicionales bereberes. En la mañana de ayer y a pesar de la previa amenaza de lluvia se pudo desarrollar al completo el programa de actividades previsto que se inició con una degustación de té, panes y dulces típicos bereberes que contó con el agrado de los ciudadanos que se encontraban en el lugar. También obtuvieron gran aceptación las tatuadoras de henna que durante la mañana dieron muestra de su arte a las numerosas mujeres, mayoritariamente jóvenes, que comprobaron en sus propias manos la creatividad de estas artistas al plasmar sobre su piel diferentes simbologías de la cultura amazigh.
Tampoco faltó una muy bien ambientada recreación de una boda típica rifeña que tuvo como protagonista al grupo de actores de la compañía V Recinto, encabezada por su fundador Francisco Casaña.
Y como broche de oro a la entretenida jornada fue el grupo melillense Ithri Moraima, encabezado por los hermanos Mimón y Nayib, quien con sus animadas melodía imprimió un aire de fiesta que se extendió por toda la plaza de las Culturas con un público entregado que coreó y bailó las canciones como una manera de celebrar el Yennayer.
Las organizadoras, Paz Velázquez y Fadela Mohatar, expresaron su satisfacción por el notable respaldo del público a los actos programados.
