El sindicato de enfermería denuncia que dicho centro “va a deteriorar aún más” las condiciones de trabajo con una nueva distribución de turnos que afectará a los trabajadores y a la calidad del servicio que reciben los residentes
El sindicato de enfermería SATSE en Melilla ha solicitado que se tomen medidas “urgentes” para abordar el “déficit” de personal de enfermería en el Centro Asistencial en la ciudad.
Según ha explicado el sindicato a través de una nota de prensa, la situación actual en el centro se caracteriza por una carga de trabajo “insostenible” y condiciones laborales “deterioradas” “que no sólo perjudican a los trabajadores, sino que ponen en riesgo el bienestar de los residentes”, tanto a los ancianos como a los menores acogidos.
«Es indignante que nuestros profesionales de Enfermería deban lidiar con una modificación sustancial de las condiciones de trabajo que dificulta seriamente la conciliación familiar”, denuncia el secretario general autonómico de SATSE, Carlos García Cano, quien denuncia que “no se están respetando los descansos” entre los trabajadores, “se están cambiando las vacaciones y los turnos sin el debido acuerdo con los representantes de los trabajadores y, en muchos casos, el personal se ve obligado a trabajar horas extras que no se pagan”.
Desde el sindicato denuncian que la gerencia del Centro Asistencial va a modificar los turnos, lo que provocará “una mayor carga de trabajo y un agravio comparativo” con respecto a otros empleados del centro.
“Las compañeras están asumiendo una carga de trabajo desproporcionada. La reducción del personal en turnos, como el caso de las auxiliares que se han reducido a dos para atender a 26 residentes durante los turnos de tarde, es una situación inaceptable», expresa García Cano, quien añade que es una “auténtica locura” que solo dos personas tengan que atender a tantas personas cambiando pañales, alimentando a los residentes, acostarlos, asegurar su seguridad, atender emergencias médicas y además tratar con los familiares.
García Cano destaca la urgencia de la situación, puesto que estas circunstancias “están poniendo en riesgo no solo la salud y bienestar de las enfermeras y enfermeros, sino que también está en juego la calidad de la atención que podemos brindar a los residentes”.
