La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, destacó ayer la agilidad y coordinación con la que el Ejecutivo central ha trabajado con la Ciudad Autónoma de Melilla para cubrir los daños provocados por el terremoto de 6,3 grados que se registró el 25 de enero en el Mar de Alborán. Sáenz de Santamaría dijo que desde el primer momento, el Gobierno ha trabajado con una “colaboración muy estrecha” y “coordinadamente” con la Ciudad Autónoma, institución a la que reconoció el mérito de haber hecho una valoración de daños en un plazo de tiempo muy corto y “con mucha agilidad”.
“No siempre es fácil”, subrayó la número 2 del Gobierno nacional, que recordó que en otras catástrofes similares, las actuaciones de la Administración no se ha producido hasta “mucho tiempo después”.
En el caso del terremoto de Alborán, sin embargo, el Gobierno ya ha aprobado los tres reales decretos de para poder tramitar “cuanto antes” los expedientes en materia de vivienda y la recuperación de infraestructuras urbanas que se habían deteriorado.
Además, el Gobierno está “tramitando con agilidad” los expedientes que le llegan para sacar adelante obras concretas que dependen del Estado, y puso como ejemplo las obras de emergencia para estabilizar el talud de la playa de la Alcazaba, aprobadas la semana pasada por el Consejo de Ministros con una inversión de 215.000 euros.
Por su parte, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, también subrayó la respuesta que el Gobierno ha dado ante este problema porque “desde el primer minuto acudió, respondió y sigue respondiendo”, lo cual es “un tanto político” porque, además, la ciudad ha recibido fondos estatales superiores al 50% de los daños provocados por el seísmo.
