El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, acusó ayer a quienes piden acabar con el sistema especial de fiscalidad que tiene la ciudad de querer “hundirla” porque la mayor parte de los ingresos que se generan en Melilla son fundamentalmente gracias a dicho sistema fiscal. En rueda de prensa, Imbroda se refirió en concreto a las declaraciones de “un partido emergente de los que están ahora de moda”, en alusión a Ciudadanos, cuyo líder en Andalucía se refirió la semana pasada a Ceuta y Melilla como territorios que “después de 33 años de democracia en este país, siguen viviendo sola y exclusivamente de las subvenciones”. El presidente melillense mostró su disconformidad con esta afirmación. “Que me expliquen qué subvenciones son”, instó Imbroda antes de recordar que de los 250 millones de euros de los que aproximadamente constarán los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de 2016, “una parte pequeña es la que manda el Estado” por la situación geoestratégica de Melilla.
La primera autoridad puntualizó que en Melilla no hay más funcionarios que en otros lugares, sino “en función de una soberanía del Estado con representación orgánica” y de la población, ya que hay que prestar servicios públicos a aproximadamente 88.000 habitantes.
Asimismo, dijo que Melilla compra unos 900 millones de euros al año de mercancías, fundamentalmente a la península, de los cuales una cantidad importante va a la exportación, lo que supone “trabajo, riqueza y actividad económica” para fábricas del resto de España y el valor añadido que genera también en impuestos.
Por ello, consideró que “hay que poner las cosas en su sitio” cuando alguien afirma que Melilla es una ciudad subvencionada, ya que Melilla tiene la mitad de los impuestos gracias al sistema fiscal y el puerto franco establecido en 1860 bajo el reinado de Isabel II, como ocurre en Ceuta, Canarias y “País Vasco y Navarra, que también tienen un cupo”.
Además, consideró que estas críticas son “ocurrencias” de partidos que “no tienen conocimiento ni saben y quieren hundir la ciudad”, algo que a su juicio ya ocurrió con Zapatero, que “no tenía ningún conocimiento de gestión cuando llegó a La Moncloa y España fue al desastre”. “No vayamos a repetir historias que debemos superar”, pidió.
