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Quevedo prevé que hoy vuelva la normalidad a la planta desaladora y al suministro en Melilla

El pantano se utiliza como último recursos (foto de archivo)

El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, prevé que hoy martes esté completamente solucionada la incidencia que durante este fin de semana ha provocado que la planta desaladora dejara de funcionar por completo, la primera vez en doce años. Ayer tarde volvieron a estar operativas las tres líneas de producción. Quevedo criticó que la socialista Gloria Rojas quisiera politizar este problema "lanzándose al cuello de la Ciudad" cuando la desaladora es propiedad del Estado. Recordó el consejero de Medio Ambiente que el sábado 16 de febrero, sobre las once de la mañana se produjo la paralización de la planta desaladora por efectos del temporal de levante y el arrastre de gran cantidad de arena y de algas, que colman los filtros e impiden la entrada de agua de mar. Indicó que es la primera vez en los doce años de vida de la desaladora que las tres líneas de producción dejaron de trabajar a la vez, porque reconoce que en ocasiones, cuando hay mal tiempo, pueden irse una o a lo sumo dos.

Consecuencias
La consecuencia directa del parón de la planta es que hubo que cortar el suministro de agua a la red a las cinco de la tarde del sábado. Esa noche se recuperó una primera línea, una segunda en la mañana del domingo que posibilitó alargar el suministro hasta las ocho de la tarde. Ayer lunes se logró poner en marcha la tercera línea pero volvió a fallar. Por ese motivo, indicó que "la situación actual es de cierta indefinición porque hay dos líneas en funcionamiento, el levante va aflojando" y la previsión era volver a la normalidad a media tarde. Aún así, indicó que los depósitos se encuentran actualmente en niveles bajos porque "aún no se ha recuperado la normalidad de la producción de la planta".

Explicó Quevedo que la planta necesita absorber 200 litros de agua por segundo por cada vía, lo que obliga a que si el caudal sea sólo de 500 sólo funcionen dos líneas, si son 300 solo una y si es inferior a 200, deja de funcionar. Reiteró que es habitual que por el mal tiempo, dejen de funcionar una o a lo sumo dos de las líneas, pero no tres.

La explicación dice que debe facilitarla la Dirección General de Agua que depende del Gobierno central. Por lo demás, el consejero quiso trasladar su agradecimiento a todo el personal de la planta, de la empresa Cadagua y a todo el equipo de Recursos Hídricos de la Ciudad Autónoma "que han trabajado intensamente el fin de semana y aún siguen, para minimizar los efectos que sobre la población tiene esta parada".

Según detalló, Melilla cuenta con tres sistemas de producción de agua: la desalinizadora de agua de mar, los pozos subterráneos y el pantano de las Adelfas. Los dos primeros son los que a diario suministran el agua que se necesita para abastecer la ciudad, mientras que el pantano es un recurso extraordinario al que recurrir cuando se produce alguna emergencia o existe un aumento de la demanda, como suele ser en verano.

De estos tres sistemas, el pantano y la desaladora propiedad y dependen del Gobierno central, a través de la Dirección General de Agua con un servicio a cargo de la empresa privada Cadagua, el pantano, a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Los pozos son de la Ciudad Autónoma que a través de su personal y las empresas de mantenimiento son los que hacen posible "que los 16 pozos produzcan el 50% del agua que se consume en Melilla".

Deja de manifiesto Quevedo que son el pantano y la planta desaladora, ambas propiedad del Gobierno central, "las que han fallado en esta emergencia". En la desaladora, las tres líneas y el pantano no ha podido facilitar agua porque "está a cero de capacidad porque hace tres mese que se rompieron los motores y no se han renovado". En toda esta situación, es la Ciudad "la que ha salvado la situación", asevera el consejero, que considera que la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, es la que "debería informarse por qué han fallado los dos sistemas. En este asunto “la Ciudad es un mero cliente damnificado, que paga 4 millones de euros al año por el agua que recibe y no es el causante de la incidencia".

Uso político del PSOE
Afirma que desde la Ciudad "no se ha hecho un uso político de la avería, sino que incluso se justificó porque son causa naturales", pero denuncia que la secretaria general el PSOE, Gloria Rojas, "demostrando un total desconocimiento y una falta de vergüenza política hizo un uso político de la situación y se tiró al cuello del Gobierno de la Ciudad pidiendo explicaciones, cuando debería pedirlas a la Delegación". Se pregunta de hecho, dónde estaba la delegada del Gobierno este fin de semana, porque mientras la Ciudad no tiene competencias para pedir explicaciones o incluso personarse en estas instalaciones del estado, ella sí podía haber acudido, para recabar información. Considera que a Rojas "le ha salido el tiro por la culata y ha disparado contra su propio partido”.

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J.A.M

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