Según relata Juan Jesús Tomás Heredia, el pasado 31 de enero estacionó su coche, sobre las dos y media de la tarde de aquel sábado, en la Avenida de los Reyes Católicos, a la espalda de la Comandancia Militar. El motivo, que iba a comer con su familia, pero a la salida del establecimiento "me encuentro un cristal roto del coche y desaparecida una mochila en la que levaba un objeto valioso económicamente y quizás más, un gran valor personal", señala.
"Tengo la sospecha, más que fundada, que el robo fue realizado por menores extranjeros, bien de los Centros de Acogida o de los que están pululando por la ciudad libremente, actuando a sus anchas, sin que nadie ponga remedio", se lamenta.
"Son menores que están amparados por la Ley del Menor, famosa e injusta. Campean por sus anchas, provocando, realizando muchos de ellos delitos y nadie puede hacer nada. Ni las fuerzas de Seguridad, que son los primeros que lo soportan, ni el resto de ciudadanos que nos sentimos impotentes ante ellos. En una palabra, nos están 'chuleando' al resto de la ciudad. Ni la Tutela de la Ciudad Autónoma ni los Centros de Acogida, para unos menores que ni son españoles ni en muchos casos tienen ningún afán de integración. Espero y deseo que alguien de la Delegación de Gobierno o bien de la Ciudad Autónoma me rectifique, tanto a mí como al resto de la ciudadanía, estas observaciones que son reales. Y lo peor es que no hay solución, ya que nadie quiere adoptarla", expone Juan Jesús Tomás.
