Estimados hermanos y hermanas de Melilla. Entramos en estas fechas previas al noveno mes lunar islámico, que para los musulmanes es de obligado cumplimiento realizar un ayuno diurno riguroso y absoluto. Algo, que debido a la gran cantidad de ciudadanía que profesa esta fe en la ciudad, afecta tanto a musulmanes como a no musulmanes.
Desde mi perspectiva, muchos devotos a la fe islámica creen que el ayuno es solo el cumplimiento de una prescripción hallada en el primer sura del Corán. Pero lo cierto, es que si bien ayunar en el mes de Ramadán es una obligación, salvo en casos puntuales, también es verdad que el ayuno en dicho mes, es un pilar que no está disociado a los cuatro pilares restantes que también son de obligado cumplimiento… Es decir, que de nada sirve ayunar si no se reza a diario primero. Y digo esto precisamente, porque me he encontrado con personas que solo ayunan, olvidando el cumplimiento de la oración. Creo sinceramente, que de este ayuno, estas personas solo recibirán como beneficios el hambre y la sed que sufran durante los veintinueve o treinta días del mes venidero.
Es por lo que he expuesto, por lo que me he decidido a escribir este artículo, ya que entramos en Shabán, el mes precedente a Ramadán y que es de vital importancia en la fe, ya que sirve de meditación y preparación para cumplir correctamente con las prescripciones que nos manda nuestro credo durante el mes de Ramadán
Lo primero de todo, es creer en la fe de un solo Dios: Allah, que por su terminología lingüística, en lengua árabe carece de género y número. Esta fe no solamente hay que declararla de palabra. Eso es precisamente lo que muchos musulmanes afirman, que es la manifestación de nuestro credo lo que nos convierte en musulmanes y la simple declaración del Tawhid aquella quenos hace salvos, siendo estas palabras como si de una fórmula mágica se tratasen, capaz de abrirnos todas las puertas. Yo creo sinceramente que esto no es así.
La declaración del Monoteísmo tiene condiciones, unas condiciones que son imprescindibles para que dichas palabras tengan valor. Según la mayoría de los eruditos, son siete sus condiciones. Creo que durante este mes, la comunidad islámica debe de preocuparse de conocer las condiciones que validan la creencia en el Islam y meditar sobre ello. Y aquellas personas que no rezan, que comiencen a practicar la Oración este mes para que el comienzo del ayuno en Ramadán tenga los efectos reales que debe de tener en el creyente. El mes de Shabán es muy necesario para la meditar lo que hemos hecho para Allah desde que terminamos el anterior ayuno durante el mes de Ramadán, además de contribuir con algunos días de ayuno para acostumbrar previamente el cuerpo a esta prueba difícil, pero a la vez reconfortante en el creyente, tanto corporal como espiritualmente.
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