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El rincón de Aranda

Pobre de solemnidad y ser honrado

Viendo y escuchando la defensa numantina que algunos políticos que, inmerecidamente por falta de cualidades se hallan en primera línea, hacen sobre alguien que ha metido la “pata” hasta el escroto, la verdad es que ya causa pena y vergüenza ajena. Una señora que dice que hay que reflexionar sobre qué tipo de dirigentes (políticos) en todos los ámbitos, queremos.

Preguntándose, con retranca, que a lo mejor, sea alguien que saliera de una clausura y por lo tanto sea “pobre de solemnidad” y no tenga derecho a tener nada. A ella le preocupa, que a partir de ahora ser un cargo público, “a dónde vamos a tener que llegar”.

Bueno pues yo le diría que ante todo se debe tener un gran respeto por la pobreza, y por los que lo están pasando muy mal, que no son tan privilegiados como ella, que lleva viviendo toda su vida de nuestros impuestos. Yo, que lo único que me separa de un creyente meapilas, que pide en nombre de la piedad, lo que exijo en nombre de la justicia es ayuda y respeto al desvalido y al pobre de solemnidad. Y le digo que para optar a un cargo público solamente se necesita algo que cuesta muy poco, tan sencillo como es ser ¡¡HONRADO!!. Ser honrado porque el jurdó que maneja no es de él, o de ella, sino de todos los que pagamos nuestros impuestos, que somos los auténticos desvalidos ante estos chorizos de mierda.

También debe saber esta señora, que a mucha gente solo nos importa eso: la honestidad, porque la pobreza ya la ha creado este gobierno en pleno siglo XXI, con sus vergonzosos recortes, mintiendo, y haciendo todo lo contrario que prometían antes de las Elecciones. Y lo que deseamos encarecidamente es que los que están en la pomada política, no roben, no sean corruptos, no mientan y no sean demagogos. Y tampoco que los que mangan, no den clases de democracia y de decencia, como hacía un ex-vicepresidente, cuando ejercía como tal: ¡que manda huevos, el tío!.

Si les digo que yo no soy anticatalán, ni antinada, solo un humilde jubileta, españolito de a pinrel, pero que con lo que está cayendo, con tanta gente que ha metido su asquerosa “pezuña” en la caja, tanto imputado, tanto testigo “tancredista” que deseaba ir de “plasma” por la cara, tanta mierda, y tanta puta demagogia, permítanme decir, con perdón a los pobres de solemnidad y a los honrados compatriotas, que como muchos de ustedes yo también estoy, hasta los cojones.

Decía Simón Bolívar que los empleos públicos pertenecen al Estado, y no son patrimonio de particulares; porque ninguno que no tenga probidad, aptitudes y merecimientos, es digno de ellos. Pues sí, querido lector, sin duda alguna son esos mismos que tiene usted en su mente.

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