La Fiscalía pide dos años de cárcel para un joven al que acusa de querer robar el teléfono a su ex novia y de causarle erosiones en el brazo. Según el procesado, en el momento de los hechos todavía eran pareja. Salían de un supermercado cuando a ella le sonó el teléfono y él se lo arrebató, como admitió, «para saber quién le llamaba», pero con la intención de devolvérselo posteriormente. Niega que la haya agredido. Ella, sin embargo, sostiene que hacía meses que lo habían dejado y que el procesado le sorprendió quitándole el teléfono. «Me empezó a gritar que por qué lo dejé, que si me fui con otro», relató la joven, que afirmó haber sufrido lesiones en el brazo. Un joven se enfrenta a la posible pena de dos años de prisión por ser el presunto autor de los delitos de violencia de género y robo con fuerza. Los hechos que le llevaron ayer a sentarse en el banquillo de los acusados supuestamente tuvieron lugar el 3 de abril de este mismo año. Según la acusación del Ministerio Público, sobre las 13.00 horas del mismo día, el procesado quitó el teléfono a su ex pareja en las inmediaciones del centro Divina Infantita y le agredió cuando ella trataba de recuperarlo provocándole erosiones en el brazo, como se apunta en el parte médico.
El procesado negó que los hechos transcurrieran de ese modo. Según explicó, él y la denunciante mantenían una relación hasta el mismo día de los hechos. Fueron al supermercado Día a hacer la compra y a ella le sonó el teléfono móvil, que lo llevaba guardado en el bolsillo del pantalón. «Se lo arrebaté para saber quién le llamaba», dijo el chico. Aseguró que en ningún momento pegó a la joven y que su intención era devolverle el teléfono, pero apareció un Guardia Civil. Según añadió, esta no era la primera vez que le quitaba el móvil a su ex, aunque luego se lo devolviera.
“Me ha pegado muchas veces”
La denunciante, por su parte, ofreció una versión totalmente distinta. Según expuso, terminaron la relación hace unos nueve meses y, el día de los hechos, ella salía del supermercado cuando el procesado le quitó el teléfono, que llevaba en el bolsillo de la parte trasera del pantalón. «Me empezó a gritar que por qué lo dejé, que si me fui con otro», relató la joven.
La chica detalló que ella trató de recuperar el teléfono, pero cada vez que se acercaba a él, el acusado se alejaba, aunque luego se detenía para seguir gritándole. «Me arañó cuando traté de recuperarlo, me pegó en el brazo», afirmó la joven. Según agregó la denunciante, esta no era la primera vez que el acusado le quitaba el teléfono. «La otra vez me lo devolvió a los tres días porque hablé con su madre», dijo.
Asimismo, sentenció que no era la primera vez que, presuntamente, era maltratada por su ex. «Me ha maltratado muchas veces. Volvía a casa con moratones y con chichones en la cabeza. Me pegaba siempre», aseguró. La perjudicada, además, explicó que ha dejado de ir al instituto «porque me daba miedo salir».
La joven, respondiendo a preguntas del abogado de la defensa, admitió que estña intentando formalizar su documento de residencia, pero negó que hubiera denunciado a su ex para conseguirla por la condición de víctima de violencia de género.
La versión del agente
El Guardia Civil que intervino declaró que presenció «un forcejeo» y escuchó a la joven diciéndole al procesado que le devolviese el teléfono. «A la altura del cine Perelló vi que el chico se fue a por la chica, no sé con qué intención, y ya intervine», explicó. En ese momento, el acusado sacó el teléfono del bolsillo y la joven pudo recuperarlo, según dijo el agente.
La magistrada tendrá que dictar sentencia.
