Tiene 21 años. Es técnico de laboratorios, pero quiere seguir formándose en nutricionismo y dietética. Se define como una chica natural y admite que tiene “muchísimos defectos”, como cualquier otra persona. La melillense Patricia Lara aspira a convertirse en la próxima Miss World Spain en el certamen de belleza que tendrá lugar esta noche. No obstante, aclara que no va a renunciar a ser ella misma, sea lo que sea que busquen los jueces. A pesar de los nervios y de confiar en sus posibilidades, la joven afirma estar preparada para ganar o para perder. “Pasará lo que tenga que pasar”, resume. Sea lo que sea, la melillense asegura que se queda con todas las facetas positivas de esta experiencia. Ojazos verdes, tez morena y sonrisa de anuncio. La guapísima Patricia Lara representa esta noche a Melilla en el certamen de belleza en el que aspira a convertirse en la nueva Miss World Spain. Este diario habló ayer con la joven de 21 años, que lleva desde el pasado domingo en Salou (Tarragona), donde esta noche tendrá lugar la gala en la que las candidatas se disputan la corona y el título de la más bella.
“Estoy de los nervios”, confesaba la chica. “Estoy a punto de hacer la entrevista con el jurado, que es donde se decide todo en realidad. Tengo mucha incertidumbre sobre qué me van a preguntar”, explicaba al otro lado del teléfono. No obstante, ella misma era consciente de que “pasará lo que tenga que pasar”. Según expuso, “lo que buscan aquí es que una chica no sólo sea guapa, sino que tiene que tener buen fondo y ser inteligente”. Por eso, la melillense afirmó que confiaba plenamente en sus posibilidades. “Aunque hay otras chicas que también son muy guapas y están muy preparadas”, añadía.
“Si está escrito, será. En el caso de que no, pues me llevo la experiencia”, afirmó la joven melillense. Según comentó, el certamen le está sirviendo para conocer “todo este mundillo” de cerca. Ha aprendido a desfilar sobre la pasarela, algunas nociones de maquillaje y peluquería, e incluso algo de inglés. “En lo que más me está ayudando es a quitarme un poco la vergüenza y a soltarme un poco más”, reconocía.
A pesar de los nervios, la representante de la belleza melillense tenía claro que, independientemente de lo que los jueces buscasen, “no voy a dejar de ser quien soy”. En este sentido, Patricia se describió como una chica natural y con “muchísimos defectos”. “Soy persona y tengo mis cosas, está claro. Por ejemplo, soy un poco cabezona”, admitía la candidata a Miss World Spain.
La joven, además, cuenta con un ‘plan B’ por si no fuese la ganadora de la gala de esta noche. Es técnico de laboratorio, pero cuando vuelva a Melilla pretende estudiar nutrición y dietética. “Tengo los pies en el suelo”, aclaraba.
