En opinión de Miguel Marín resulta cuanto menos "irrisoria" la denuncia de CPM sobre que el PP ordenara a varias personas arrancar la cartelería de los cepemistas y recuerda que esta misma acusación la realizaron en 2011 y se demostró que no era cierta. Marín señala que lo que sí es preocupante es que CPM "no escarmienta" y vuelva a generarse una polémica en torno a un supuesto uso electoralista del voto por correo y que una fatua vincule a Mustafa Aberchán con el salafismo. Marín no comparte que se interprete como el clásico discurso de "miedo al moro" el que los populares afirmen que si CPM concurre "con una lista electoral que esté formada en exclusiva por personas de origen bereber que profesan una religión concreta no refleja la pluralidad de Melilla". El número dos de la lista del PP melillense a las elecciones municipales y autonómicas, Miguel Marín, señaló que la denuncia de CPM sobre que desde el PP se instara a un grupo de "payasos" a arrancar los carteles electorales de los cepemistas "puede resultar irrisoria porque igual nos encontramos con la sorpresa de que estos piratas son allegados de CPM que hacen estos actos para acusar a los demás de realizarlos".
Afirmó el también vicepresidente de la Ciudad, que no es la primera vez que se les acusa de tales hechos y recordó que en 2011 desde las filas de Coalición se acusó al PP y en concreto al viceconsejero Francisco Villena, de "arrancar personalmente y con personas allegadas, los carteles de CPM, pero Villena estaba en la península y tuvimos que enseñar la tarjeta de embarque para demostrarlo que fue imposible que realizar estos actos".
Asuntos graves
Con estas denuncias CPM busca "desviar la atención" sobre asuntos "muy graves" según Miguel Marín, como por ejemplo la polémica en torno al supuesto uso fraudulento del voto correo por parte de los cepemistas que "no escarmientan", porque determinados responsables del PSOE local y de CPM "están procesados por supuesta compra de votos por correo en el año 2008 y a los que piden muchos años de cárcel, pero parece ser que (CPM) continúa con esta táctica del voto por correo e intenta engañar a las personas más necesitadas".
Otro asunto preocupante, según el popular, es el de la existencia de una fatua que vincula a Mustafa Aberchán con la tendencia extremista del salafismo y "CPM no lo ha desmentido". Señaló Marín que según esa fatua "se dice que hay que traer maestros salafistas a Melilla para adoctrinar a los musulmanes, una fatua además que hace una separación entre musulmanes y españoles, como si los musulmanes melillenses no fueran españoles". El que esa fatua "vincule a Aberchán con el salafismo y que él mismo no lo desmienta, es muy preocupante y peligroso para Melilla y para la convivencia en la ciudad".
Por el contrario, afirmó que el PP "va a seguir apostando por una ciudad integradora, en la que todos cabemos, en la que todos debemos llevarnos bien, en la que debemos respetarnos y compartir el espacio público en igualdad de condiciones y en la que los que quieran rezar que se vayan a sus templos (iglesias, mezquitas, sinagogas, etc.) porque ese es el futuro de Melilla; lo demás es muy peligroso para la convivencia y el futuro de la ciudad".
"Apellidos"
Tan "peligroso" es esto para el número dos del PP como el que en la lista electoral de CPM "sólo haya representada una parte de la sociedad melillense, porque eso no representa la pluralidad de la sociedad melillense y eso es peligroso porque divide a Melilla". Afirmó que "dividir" a la ciudadanía es lo que busca con esta lista y aquellos partidos "minoritarios que apoyan a CPM como Podemos, PPL o PSOE que están en este proyecto excluyente y totalitario". Añadió que entre tanto el PP seguirá "abriendo el partido como hasta ahora, a todos los melillenses, con independencia de su credo o cultura".
Preguntado sobre si esa falta de pluralidad en las listas cepemistas se debe a la confesión de sus integrantes o al "apellido" de origen amazigh de buena parte de ellos, el número dos del PP apostilló que "una lista electoral que esté formada en exclusiva por personas de origen bereber que profesan una religión concreta no refleja la pluralidad de Melilla, y cuando uno ve esa lista y la fatua en la que separa musulmanes y españoles de forma radical y extremista, es algo que debe preocupar y nos preocupa, porque ese no es el futuro de Melilla, porque es una lista excluyente y no integradora".
Miguel Marín no comparte que estas declaraciones puedan ser interpretadas como el clásico mensaje del "miedo al moro". "Para nada. El PP tiene muchos afiliados de origen bereber, españoles de origen bereber en su lista y en el gobierno, por tanto no es miedo al moro, sino describir una realidad: que Aberchán se ha posicionado en un extremo de la sociedad y no beneficia a Melilla".
Considera que esta postura "extremista" la secundan también los partidos de la oposición, porque "el que vote a PPL, Podemos o PSOE, está votando a Aberchán que es el líder de la oposición". Afirmó Marín que existen dos modelos de ciudad: el que representa el PP y Juan José Imbroda que es "estabilidad, integración, respeto a la diversidad, que es futuro y certidumbre, y el de Aberchán con los partidos minoritarios que es incertidumbre, inestabilidad y la división de la sociedad melillense".
