La noche del 23 de junio se ha vuelto a convertir en Melilla en el punto de encuentro donde el fuego, la magia y la pólvora se han fusionado para regalar a los melillenses una inolvidable Noche de San Juan.
Parapetados tras las vallas instaladas por seguridad, los numerosos ciudadanos que se concentraron este viernes en el Paseo Marítimo contemplaron alegres y asombrados cómo la Hoguera Oficial de este año, la Armonía, se convirtió en cuestión de segundos en pasto de las llamas desde el momento en el que la vicepresidenta de la Ciudad en funciones, Gloria Rojas, prendió la mecha de la hoguera, obra de Javier Martínez, quien reconoce que la hoguera era “técnicamente más difícil” porque ha tomado “varias cosas arriesgadas a nivel de ángulo y de esculturas que se salen de la composición”.
“Es una hoguera cuyo título es Armonía, y el mensaje es de alegría, luminoso, de prosperidad, etc.”, enumera, agregando que lo que pretende esta escultura es que el verano comience con “alegría y entusiasmo”.
A preguntas de los periodistas, Martínez explica que “cada obra artística tiene su naturaleza”. “Uno construye una obra con este tipo de materiales efímeros con la quema como parte de la obra artística”, arguye, apuntando que es “importante que la quema sea bonita”.
Los materiales con los que estaba hecha la hoguera eran madera, papel, cartón y pinturas al agua.
Tras la quema, un bello ‘castillo de fuegos artificiales ‘brotó’ de las cenizas de la hoguera, dejando con la vista clavada en la noche melillense a numerosos ciudadanos que, ya sea en el Paseo Marítimo como en la playa disfrutando de una buena moraga, volvieron a vivir una espléndida Noche de San Juan.
