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Marruecos deja a cero a este Gobierno socialcomunista

Ferrovial, 40.000 empleados en España, traslada su sede a Países Bajos -antes Holanda- en busca de una mayor seguridad jurídica y causa un inmenso griterío insultador del Gobierno socialcomunista que nos malgobierna. La salida de España de Ferrovial, una de las grandes empresas mundiales en el sector de la construcción, confirma que “Sánchez prefiere una España sin empresas antes que dar marcha atrás en su política fiscal, que nos va a arruinar. Empresas que sí cuentan con el respaldo de la Comunidad de Madrid. Es insensato que el Gobierno las señale”, declara Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, la que terminó con la carrera política del comunista Pablo Iglesias, tras barrerle en las elecciones de la Comunidad más exitosa de España.
El grupo Ferrovial anuncia una fusión, inversa, entre su filial internacional y la matriz -el traslado de su sede social a los Países Bajos- y planea cotizar en Estados Unidos, titulaba en portada el diario ABC, el 1 de marzo. La reacción furibunda, los insultos y amenazas de la cúpula del Gobierno social-comunista, manifiesto enemigo de los empresarios -grandes, medianos y pequeños- no hacen sino avalar y hacer comprensible la decisión de los dirigentes de Ferrovial y, más que previsiblemente, de sus muchos accionistas, la mayoría extranjeros, por cierto.
Vivimos en un Estado de terror fiscal y de insultos a los empresarios, dice Federico Jiménez Losantos en su “esRadio”, con su habitual “sosegado” lenguaje. El discurso político del actual Gobierno de España es un discurso comunista sin paliativos, añade Federico. Lo cierto es que comunismo y libertad -de movimientos empresariales y personales, por ejemplo- son conceptos antitéticos, no pueden coexistir. El futuro económico de cualquier país comunista es negro. A nadie le gusta que le roben, que le aten, que le aprisionen. Nadie olvida que los alemanes del Este huían -a costa de su vida, con frecuencia- hacia el Oeste y que no hubo ni un solo caso de salto en el sentido contrario. A nadie debería de extrañar que empresarios y accionistas de empresas estén hartos de pagar tanto a quienes tanto les insulta y tanto dificulta su vida y la de miles y miles de trabajadores… que mantienen a los que les roban, les atan y les aprisionan. En resumen: invertir hoy en España, con la deriva populista del Gobierno, es un infierno, por desgracia.

Melilla: más Europa
Esteban González Pons estuvo en Melilla y aquí habló, muy bien, sobre Europa, el jueves pasado. También estuvo en Melilla en el año 1999, antes de las elecciones locales, y volvió el 15 de febrero del año 2000, antes de las elecciones generales, para animar a votar a Aznar, en vez de al socialista Almunia. Entonces acababa de cesar de ser portavoz del PP en un Senado cerrado por la convocatoria electoral nacional. Vino para ayudar a la entonces existente coalición PP-Unión del Pueblo Melillense, que dirigía Juanjo Imbroda, en contra del bloque local, BLM. El 12 de marzo hubo elecciones generales. Aznar obtuvo mayoría absoluta, Antonio Gutiérrez fue reelegido diputado por Melilla, Carlos Benet reelegido senador, por quinta vez consecutiva y Juan José Imbroda -de UPM, coaligado electoralmente con el PP- fue elegido senador por primera vez. Aberchán calificó los resultados del Bloque Localista como “nefastos”, a pesar de que el portavoz del Bloque, el gilista José María Benítez Melillense, candidato fallido al Congreso, los consideró como “buenos”
Por cierto, Imbroda, con el apoyo de la oposición y tres diputados gilistas, vía una moción de censura, sustituyó a Mustafa Aberchán como presidente de la Ciudad el 17 de julio de ese año (2000). Ignacio Velázquez, anterior presidente del PP, fue nombrado Consejero de Presidencia y dimitió el 20 de diciembre, con problemas judiciales. UPM, el partido de Juanjo Imbroda, se disolvió en octubre del año 2000.
Esteban González Pons, ahora eurodiputado, definió magistralmente a “Europa”: es importante y aburrida. Muy importante, primero; indiscutiblemente muy aburrida, sin duda y quizás inevitablemente, como toda burocracia. Habló de la invadida Ucrania, del nacionalista Putin y de la respuesta ejemplar de Europa, su respeto a la democracia y la importancia del gasto social en la UE. También de la preocupación por El Sahel y los movimientos terroristas.
Sobre Melilla, insistió en que debe “anclarse” en Europa. Para arreglar la situación aduanera con Marruecos: que intervenga Bruselas. Melilla necesita un cambio Gobierno y entrar en el Comité de Regiones europeo. Es importante el turismo en Melilla, “que necesita inversiones productivas”. Los Estados Unidos de Europa, una aspiración todavía lejana. La industria armamentística europea unificada y más eficiente. La OTAN y su renovado papel, tras la invasión de Ucrania. “Este Gobierno está perdiendo 10-0 con Marruecos” (una verdad y una vergüenza). La inmigración y su doble efecto negativo- positivo, fue otro de los temas que Esteban tocó en su, muy buena, charla en una MELILLA que conoce muy bien.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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