El diputado local del PP, Miguel Marín, aseguró ayer que es Mustafa Aberchán, “el presidente de facto” de la Ciudad Autónoma, el que no quiere que se utilice Rostrogordo como centro covid para los inmigrantes del CETI para mantener “el chiringuito” montado con la acogida de menores. Marín además acusa a Eduardo de Castro de ser un “mentiroso compulsivo” y de “tragar” todas las imposiciones de CPM. En rueda de prensa, Miguel Marín mostró la preocupación de su partido por la “situación crítica” que está atravesando Melilla tanto desde el punto de vista económico como sanitario y lamenta que para hacer frente a todo ello la ciudad cuente con un “gobierno incapaz, incompetente e irresponsable”.
Surrealista
Marín calificó de “surrealista” que Eduardo de Castro, que “nos toma el pelo a los melillenses y no da más de sí”, diga que no busca polémicas con la delegada del Gobierno a la que “llama mentirosa y embustera” y después “responsabiliza al PP de su trifulca pública con Sabrina Moh respecto a la cesión de Rostrogordo como centro covid para los inmigrantes del CETI que han dado positivo”.
Deja claro que el presidente de la Ciudad “se ha convertido en un mentiroso compulsivo”, y como ejemplo dijo que De Castro “mintió a los vecinos de Cabrerizas cuando les aseguró que no había pensado en reubicar a los menores de Rostrogordo en el cuartel de Santiago cuando dos meses antes había aprobado en consejo de Gobierno esta reubicación.
Le acusa de volver a mentir, en esta ocasión a los vecinos del Real cuando en la reunión que mantuvo el sábado pasado con la asociación de vecinos aseguró que no había nada cerrado en relación a destinar la Ciudad del Fútbol de Altos del Real como centro covid para los inmigrantes del CETI, cuando “el viernes se hicieron actuaciones administrativas” para iniciar el acondicionamiento de estas instalaciones.
Rostrogordo
Afirmó que el PP sigue defendiendo que la mejor opción es que Rostrogordo se convierta en un centro covid, previo traslado de los menores que acoge a Purísima, “porque es la opción más barata y la misma que la delegada del Gobierno ha recomendado”.
Afirma que Aberchán no quiere trasladar a los menores de Rostrogordo porque “tiene montado un chiringuito allí que vamos a desmontar ante la justicia con pruebas contundentes de las barbaridades jurídicas y administrativas cometidas, y la clara relevancia penal que tienen todas las actuaciones que se han llevado a cabo en la contratación del servicio”.
Indica el dipuado local del PP que Coalición por Melilla (CPM) no quiere el traslado de Rostrogordo porque “ha contratado a dedo al que le ha dado la gana y a la empresa que quiso, y paga por estos menores casi el doble de lo que están pagando por los que están acogidos en Purísima, y Eduardo de Castro, traga”.
Dos presidentes
Tiene claro que el Ejecutivo melillense tiene dos presidentes, “uno teórico como Eduardo de Castro que no sabe ni donde está su mano derecha, incapaz de gestionar nada, y otro presidente que es el que ejerce en la práctica, que ordena las actuaciones que se llevan a cabo como es Mustafa Aberchán (CPM) cuyos objetivos van claramente en contra de los intereses generales de los melillenses”, concluye Miguel Marín..
La actitud de Gloria Rojas
Lo que le resulta preocupante a Miguel Marín es que la secretaria general del PSOE, Gloria Rojas, vicepresidenta de la Ciudad, “trague todo lo que le impone Aberchán, y si eso quedara ahí, el PSOE ya le pedirá explicaciones y los ciudadanos decidirán en las urnas, pero lo relevante es que esas decisiones afectan y perjudican a Melilla y los melillenses desde el punto de vista económico y sanitario”.
Le sorprende que Rojas tolerara que De Castro llamara “embustera y mentirosa” a la delegada del Gobierno y que solo diga que “no le han gustado sus palabras” cuando Marín considera que es un asunto “muy serio”. “Creo que los dirigentes del PSOE tendrán que pedirle explicaciones de por qué no ha defendido a la delegada y no recrimina al presidente que sustenta por descalificar de esa manera a Sabrina Moh”, añade el popular.
Considera que el “espectáculo público entre De Castro y la delegada, si no fuera tan grave, sería hasta cómico”, máxime cuando Gloria Rojas asegura, tras el rifirrafe que la colaboración entre la Delegación del Gobierno y la Ciudad Autónoma “es innegable”.
Reitera Miguel Marín que “aún se está a tiempo”, que el Gobierno de la ciudad puede aún rectificar con el centro covid en Altos del Real, “está a tiempo de evitar dilapidar más dinero público en unas instalaciones que solo van a perjudicar a un barrio entero, el del Real, donde viven miles de melillenses, que asisten con preocupación a esta decisión unilateral”.
