(Imagen de archivo del grupo asambleario de CPM en la anterior legislatura)
El vicepresidente primero de la Ciudad cree que este argumento esgrimido por la formación localista “se cae por su propio peso”, ya que señala que hay miembros del partido, como Fatima M. Kaddur, que son musulmanes y están en libertad
El vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma de Melilla, Miguel Marín, ha reaccionado a la denuncia que emitió el pasado fin de semana a través de una nota de prensa el diputado de Coalición por Melilla (CPM), Emilio Guerra, en la que aseguraba que los autos de prisión de sus seis compañeros de partido, a saber Mustafa Aberchán, Mohamed Ahmed, Dunia Almansouri, Rachid Bussian y Hassan Mohatar, “puede sentar precedentes para el 60% de la población melillense que es de origen rifeño o imazigen” al compartir la opinión de qué pueden existir dos varas de medir, una para los españoles de origen peninsular y otra para los de origen bereber.
Para Marín, el hecho de que la formación localista vincule el origen cultural o religioso de dichos miembros del partido con el hecho de que estén en prisión provisional comunicada y sin fianza resulta “lamentable” e “inadmisible”.
En su opinión, el argumento esgrimido por Guerra es una forma de “desviar la atención” y asevera que éste “sea cae por su propio peso”, puesto que señala que algunos miembros o exmiembros de CPM, como la actual diputada Fatima Mohamed Kaddur o el exdiputado Abderrahim Mohamed Hammú, son musulmanes y/o y no están en prisión. También ha puesto como ejemplo el caso de la también exdiputada y expresidenta de EMVISMESA Yonaida Sel-lam, no obstante, ésta última ha quedado en libertad con cargos tras abonar la fianza de 5.000 euros que le impuso la juez.
“Hay compañeros de CPM que eran diputados en la anterior legislatura, una de ellas es diputada en la legislatura actual, que están en libertad y son musulmanes. Por lo tanto, el argumento de vincular religión y cultural por estar en prisión me parece lamentable. Lamentable el querer intentar meter el discurso étnico-religioso en una cuestión que es una investigación por unos presuntos hechos delictivos que se están investigando”, critica Marín, que se muestra cauteloso en lo que respecta a la investigación judicial.
«Desviar la atención»
“Todo este tipo de palabras (en las que) se mezclan cuestiones étnico-religiosas o el aforamiento (de los actuales diputados) es una manera de intentar desviar la atención de lo verdaderamente importante, que es lo que ha sucedido en nuestra ciudad”, ha apostillado, insistiendo en el hecho de “no entrar en más detalles” sobre este asunto hasta que no se levante el secreto de sumario.
Aun así, subraya que “cuando una jueza mantiene en prisión a determinadas personas es porque habrá motivos más que suficientes para ello”.
