El secretario regional del PP de Melilla, Miguel Marín, consideró ayer que la querella que ha interpuesto Coalición por Melilla (CPM) contra altos cargos de la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno, así como funcionarios del Colegio de Veterinarios y la Guardia Civil, es un intento de desviar la atención del caso voto por correo.
A preguntas de los periodistas, Marín recordó que el líder de CPM, Mustafa Aberchán, y otros dirigentes de su partido, están inmersos en «un proceso judicial complicado» en el que se les piden penas de hasta 27 años de prisión.
«No es un tema menor», aseveró Marín, convencido de que Aberchán está tratando de «lanzar cortinas de humo para intentar desviar la atención de un grave problema que tiene él, sus compañeros y su partido».
Por ello, el número dos del PP cree que la querella es «otra de las barbaridades de Aberchán», que «está inmerso en un estado de locura desde hace mucho tiempo» y en una «posición de huida hacia adelante».
Además, cree que es «un auténtico disparate ponerle una querella a unos responsables políticos y unos empleados públicos por cumplir la ley», y recordó a Aberchán que las querellas se ponen contra quienes incumplen las normas.
Marín se mostró convencido de que los tribunales de justicia terminarán archivando la querella «cuando la analicen de manera tranquila y pormenorizada».
Mustafa Aberchán anunció el martes una querella criminal por prevaricación, incitación al odio y coacciones contra el delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, entre otros, por las supuestas trabas al paso de corderos desde Marruecos en agosto del año pasado para la Fiesta del Sacrificio o Aid El Kebir, la Pascua Grande musulmana.
