La hermandad recuerda que se anunció en su día “con bastante antelación” que el sábado 6 de mayo se iba a celebrar dicha procesión por el 75º aniversario de la Coronación Canónica de la Alcaldesa Perpetua de la Ciudad
“Malestar”, “pena” e “indignación”. Eso es lo que sienten desde la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora la Virgen de la Victoria después de conocer que el próximo sábado 6 de mayo se vaya a llevar a cabo el Mercadillo Intercultural y el concierto de la artista local Estefanía Saavedra en el Teatro Kursaal al mismo tiempo que la procesión de alabanzas por el 75º aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Victoria.
A través de un comunicado de prensa, la hermandad ha recordado que se anunció “con bastante antelación” -concretamente el 30 de enero- el programa completo con los actos previstos para celebrar dicha efeméride, “tan importante en la historia de la ciudad”, incluida dicha procesión.
La entidad asegura que desde que se ha tenido noticia de ello, han sido “muchas” las personas que, al igual que ellos, “no comprenden que se hagan ‘actividades paralelas’” ese mismo día. “Somos conscientes de la diversidad cultural de nuestra ciudad, pero el año tiene muchos días y estas se podían haber programado en otras fechas”, alega, asegurando que no se puede argumentar “desconocimiento” en esta cuestión ya que, como señalan, dichos actos se anunciaron con antelación.
La Congregación recuerda que la Virgen de la Victoria es la Patrona de la Ciudad y como tal “merece una consideración” y un lugar que, a su juicio, “tal vez no se le esté dando en estos momentos”. Recuerda también que este año se conmemora el 25º aniversario del nombramiento de Nuestra Señora como Alcaldesa Honoraria Perpetua de Melilla.
“Dos efemérides, por tanto, muy señaladas e importantes para que no cuenten con el respaldo y la participación de la ciudadanía”, sostienen, apuntando al final que “si tenemos una responsabilidad en la ciudad, debemos ser consecuentes con nuestros actos, sobre todo si con las acciones que llevamos a cabo se incurre en fallos de semejante calado”.
“Nadie está exento de cometer un error, ¡somos humanos! Pero también “rectificar es de sabios”, sentencian.
