Los vecinos del edificio donde están construyendo un centro social de Cruz Roja piden a los miembros del Consejo de Administración de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Melilla (Emvismesa) que atiendan al menos a cuatro de los portavoces del edificio con el fin de buscar una solución al conflicto. Y es que se cumple un mes desde que se concentraron ante la sede de Emvismesa para pedir explicaciones de la construcción de esta sede, de la que aquejan, no se avisó a los inquilinos, toda vez que consideran que traerá "inseguridad" al edificio. Los 13 vecinos del edificio situado en el barrio del Rastro que denunciaron la instalación de un Centro Social de Cruz Roja en los bajos de su edificio sin previo aviso, piden a los consejeros del Consejo de Administración de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Melilla (Emvismesa) que los atiendan.
Según detalló uno de sus portavoces a este diario, Husein Mohamed, llevan más de un mes con dicho "problema" y aseguran que "la sociedad municipal no se ha pronunciado".
Así, recuerdan que este domingo hace un mes que entregaron dos escritos "pidiendo una reunión con el Consejo de Administración y con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, y aún no hemos tenido contestación alguna".
En esta línea, lamentaron que el Consejo de Administración "guarde silencio", y es que considera que es Emvismesa "quien tiene que explicar y dar solución a este problema que ha surgido en el inmueble".
Del mismo modo, piden a los consejeros de las diferentes formaciones políticas que "se pronuncien" dado que "son los que se encargan de la gestión de la sociedad municipal ya que el gerente de esta sociedad ni el presidente quieren contestar a nuestros escritos". Por ello, solicitan que al menos los consejeros reciban a cuatro representantes del edificio.
Recogida de firmas y suspensión del pago
Asimismo, recordó que continúan recogiendo firmas por el barrio y también por otras zonas colindantes para presentárselas a Emvismesa. Así, por el momento han recogido más de 2.000 apoyos.
Además, hace dos semanas anunciaron que iban a dejar de pagar las mensualidades desde el pasado 7 de mayo, dado que tras el "silencio" por parte de las administraciones, no encuentran otra fórmula para que les escuchen.
Y es que al mismo tiempo los vecinos tuvieron también problemas con las obras en sí, que se estaban desarrollando durante horarios. Según contaba Mohamed "no respetaban las horas de descanso y empezaban a derribar tabiques a las 7:30 horas de la mañana".
