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El rincón de Aranda

Leyendo a Quevedo y algún estómago agradecido

Leyendo el programa electoral del PSOE dice, que si ganan las Elecciones, quitarán la asignatura de religión del currículo y del horario escolar, y que esta materia desaparecerá de la escuela pública por primera vez en la historia. Esto significaría que habría que revisar los acuerdos firmados entre el Estado Español y la Santa Sede.

También hay que decir que la Iglesia recibe del Estado una dotación con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, con una aportación de 500 millones de euros para pagar los sueldos de los profesores de religión; donde existen más de 2.000 centros concertados, de los que el 80% son privados.

Y sobre la exención de impuestos, le supone a la Iglesia un ahorro de 750 millones de euros, considerados como una ayuda más del Estado a esa institución. La donación de solares para templos, por ejemplo, se han cedido al menos 10 parcelas en la última década, en la Comunidad de Valencia. Las ayudas directas a la Iglesia para el sostenimiento de su patrimonio artístico e inmobiliario de todos sus museos, sus catedrales o colegiatas con cabildo, y casi un millar de monasterios, en las que las administraciones públicas en 2005 gastaron 200 millones de euros para obras de conservación o reformas. También las donaciones a la Iglesia desgravan un 25% del IRPF de las personas físicas, y un 35% de las jurídicas.

En 1988 se articuló una asignación tributaria para la Iglesia Católica, consistente en el 0,5% del impuesto sobre la renta de las personas físicas. Sin embargo esta asignación nunca cubrió las necesidades de la Iglesia, por lo que se tuvo que instrumentar un complemento estatal con cargo a los Presupuestos. En pleno conflicto, entre el Gobierno y los obispos, por la retirada de la reforma del aborto impulsada por Gallardón, el Estado aumentó la partida para la Iglesia en 800.000 euros anuales, pasando de 158 millones a 159 millones.
Óscar Celador, profesor de la Universidad Carlos III, dice que si los católicos no ponen una cruz en la casilla del IRPF, la Iglesia no recibe esos ingresos, pero hay que tener en cuenta que esa institución, se financia con otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado; y cuando un contribuyente marca la cruz, está destinando menos impuestos a sanidad, educación o carreteras.

Algunos expertos creen que las partidas de dinero público asignadas a la Iglesia, al margen de lo que recibe por IRPF, es como el gordo de la lotería: Muchas y muy repartidas. Por ejemplo: La Comunidad de Madrid paga nóminas a los profesores de religión por casi 35 millones de euros; y Asturias unos 10 millones de euros, como las nóminas de los capellanes del Ejército, que también las paga el Estado.

Como en España somos tan gráficos para algunas cosas, al leer algunos comentarios casposos de antiguos “demócratas de toda la vida”, con sus estómagos agradecidos, me siento en mi sillón orejero, y leo a mi buen amigo D. Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Cevallos, (Quevedo para los amigos), nuestro insigne y aventurero poeta, que al llegarle el momento postrero de diñarla, el 8,09.1645, alguien le preguntó sobre la cantidad de dinero que quería que se invirtiera para pagar a los músicos que se iban a contratar para su funeral, (al parecer era una costumbre de aquéllos tiempos tener a unos músicos amenizando esos tristes momentos), pero como era de esperar de una de las mejores plumas del Siglo de Oro Español, el sublime renco, contestó: “La música páguela quien la oyere, que yo no estaré en condiciones de perder el compás”.

Dicho esto, y aunque a mucha gente el simil no le agrade, creo que el que desee que su vástago estudie religión en la escuela pública, que costeamos todos, que la pague de su peculio particular.

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