El Ministerio Público reclama la pena de dos años de cárcel para un individuo acusado de golpear a su mujer fuertemente en el tórax izquierdo y de propinar un puñetazo en la nariz a suegro en el transcurso de una discusión mantenida en el interior del domicilio familiar. Pese a que en la vista ni el procesado ni los perjudicados testificaron, ya que decidieron acogerse a su derecho a no declarar, la fiscal continuó adelante con su acusación basándose en la denuncia y en el parte médico como documentos probatorios de los hechos. Un individuo podría ser condenado a la pena de dos años de cárcel como presunto autor de un delito de violencia en el ámbito familiar. El hombre, que esta semana se sentó en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, está encausado por agredir, supuestamente, a su mujer y al padre de la misma. Fue durante el trascurso de una discusión que habría tenido lugar en el interior de la vivienda familiar, situada en la calle Tejar de Pedro Díaz.
Escrito de acusación
Según le acusa el Ministerio Fiscal, el día 20 de abril de este mismo año el encausado propinó un fuerte golpe a su mujer en el tórax izquierdo. Alarmada, la hermana de la perjudicada, que presenció los hechos según recoge la fiscal en su escrito de acusación, corrió a llamar a su padre para que mediara en la disputa matrimonial. Entonces, al llegar el padre a la vivienda, el procesado le propinó un puñetazo en la nariz, siempre según sostiene la parte acusadora.
Tanto el padre como la mujer necesitaron ser asistidos por profesionales sanitarios tras estos presuntos episodios de maltrato en el ámbito doméstico, según la documentación médica a la que hizo alusión la agente de la Fiscalía.
Derecho a no declarar
En la vista, sin embargo, las partes afectadas se acogieron a su derecho a no declarar. Así lo hizo el procesado, al que la ley ampara para que no tenga que testificar en su propia contra. La denunciante, que también tiene derecho a no declarar en contra su marido, tampoco quiso responder a ninguna de las preguntas formuladas por el Ministerio Público.
La hermana de la víctima, que en un principio manifestó su intención de declarar, se acogió finalmente a su derecho a no declarar en contra de su familiar tras ser apercibida por la magistrada titular de que, en caso de no decir la verdad, estaría incurriendo en un delito. También renunció a declarar el padre y perjudicado.
Se mantiene la acusación
Pese al silencio del acusado y los testigos, el Ministerio Público mantuvo su petición de una sentencia condenatoria, acogiéndose a los artículos 153.1 y 153.3 del Código Penal. Además de reclamar la pena de dos años cárcel, solicitó la orden de prohibición para que el individuo no pueda aproximarse a su mujer durante dos años.
La letrada del procesado, sin embargo, insistió en que no había quedado probado ninguno de los hechos de los que se acusa a su representado, por lo que pidió para él una sentencia absolutoria.
La juez tendrá que dictar sentencia.
