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Las torrijas, el postre por excelencia de la Semana Santa

Las torrijas son el dulce más vendido en Semana Santa

La Semana Santa sabe a torrijas. Su venta se dispara en los establecimientos durante estos días, pese a que llevan ofreciéndolas desde hace unas semanas. Siguen triunfando las tradicionales, las de azúcar o miel, aunque se han inventado nuevas fórmulas, como las de ‘nutella’, que encanta sobre todo a los más pequeños y jóvenes. El precio de la unidad suele rondar 1,20 euros en algunos locales. Otros melillenses optan por su preparación en casa gracias a su fácil elaboración.

Arranca la Semana Santa y la venta de torrijas se dispara. Un dulce que, año tras año, arrasa en las pastelerías y cafeterías de la ciudad. Su origen es humilde y sus ingredientes son tan básicos que se pueden encontrar en cualquier casa: pan duro, canela, leche, azúcar y miel. Al menos, esos son los que se usan para la receta tradicional. No obstante, ahora se ofrecen nuevas fórmulas que también triunfan entre los melillenses, como las torrijas rellenas de crema o de ‘nutella’.
Según afirman los reposteros, no se entiende la Semana de Pasión sin este dulce. Las principales pastelerías y cafeterías de Melilla llevan semanas exponiendo en sus vitrinas el postre más cofrade, porque saben que su sabor se convierte en uno de los más reclamados en estos días. El precio de la unidad suele rondar 1,20 euros. Un precio por el que muchos no se resisten.

Prepararlas en casa
Sin embargo, su elaboración es tan sencilla y sus ingredientes tan básicos que muchos melillenses optan desde hace años por prepararlas directamente en casa. Si no sabe cómo se preparan, no se preocupe. Le dejamos la receta que triunfa en miles de hogares:
Hay que dejar un cazo con leche al fuego. A la leche se le añade corteza de limón, dos ramas de canela y una cucharada de canela en polvo.
Cuando empiece a hervir, se aparta del fuego y se cuela la leche. Hay que dejarla enfriar un poco antes de volver a utilizarla. Una vez que la leche se haya enfriado, se vierte sobre las rebanadas de pan, que deben tener cierto grosor. Deben quedar bien cubiertas y empapadas de leche.
Una vez que estén bien mojadas de leche, después de unos minutos, se pasa por un cuenco en el que hay huevos batidos. Luego, a la sartén. La temperatura debe ser alta y el aceite abundante.
Han de hacerse una a una. Cuanto más finas, más posibilidades hay de que se deshagan. Una vez cojan el color dorado, se sacan de la sartén y se dejan en un plato con papel absorbente para que se escurra el aceite. Ya sólo queda rebozarlas en una mezcla de canela en polvo y azúcar. Los más golosos también pueden optar por empaparlas de miel.
¡Buen provecho!

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Redacción

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