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Ventana sindical

Las contradicciones del Ingesa

El INGESA ha impuesto unilateralmente diferentes medidas de recorte contra las plantillas y los usuarios de la sanidad melillense. Entre ellas la disminución del presupuesto de 2014 para gastos de personal eventual y sustituto del Hospital Comarcal en 240.000 euros, respecto al presupuesto de 2013. Históricamente el contrato de Gestión del INGESA establece un control de los nombramientos de dicho personal, de modo que las sustituciones por bajas, vacaciones etc., nunca se han cubierto al 100%, ni siquiera han llegado a cubrirse al 50%, aunque sin embargo, este hecho siempre es negado por los gestores locales, quienes afirman que las plantillas están perfectamente dimensionadas y que se sustituye a todo el personal.

Según el INGESA la población total atendida en Melilla se cifra en 66.042, cuando de hecho se atienden más de 150.000 personas, por nuestras particularidades geográficas, hecho que no se refleja en el Contrato de Gestión firmado por el Director del INGESA, la Gerencia y la Dirección Territorial en 2014. En este contexto de recortes y falta de negociación el INGESA continúa paso a paso, imponiendo por resolución sus criterios arbitrarios. Negociar no es imponer, pero el INGESA obliga a golpe de resolución a ajustarse al presupuesto establecido, utiliza el abuso de poder a la hora de materializar un aumento de jornada del personal de enfermería, sin base legal alguna, establece el modo de coger las vacaciones y los permisos de manera unilateral y convoca un proceso de movilidad interna de dicho personal, sin consenso con las organizaciones sindicales con representatividad en la Junta de Personal del Área Sanitaria.

Lo curioso es que el INGESA sí quiere que las organizaciones sindicales estén presentes en la Comisión de Seguimiento de dicho Proceso de Movilidad, quizás para intentar dar una imagen de transparencia en la aplicación de un proceso de movilidad sin consenso y aplicado de modo unilateral por su parte. Tampoco se entiende que convoquen un proceso de movilidad y algunos de los pocos huecos ofertados sean los del personal fijo que lleva años en un determinado servicio y o de interinos que han obtenido su hueco actual en el anterior proceso de movilidad, y que sin embargo, otros huecos, queden reservados sin ofertar en dicha convocatoria de movilidad para ser asignados, a libre criterio de la Dirección de Enfermería, a personas de su confianza.

Para SATSE, no tiene ningún sentido convocar un proceso de movilidad donde se ofertan pocos huecos, con prisas, sin consenso y cerca del periodo vacacional.

Queda mucho por andar en el camino de conseguir una sanidad de calidad para los melillenses, y si se siguen dando pasos hacia atrás, mal vamos. Las plantillas de personal sanitario son insuficientes, en urgencias son necesarias medidas a nivel organizativo y de coordinación, dotación de más enfermeros y celadores, así como la presencia de un traductor que facilite la atención de los pacientes extranjeros.

En las áreas de tocoginecología y paritorios, también es clara la saturación del personal sanitario, enfermeros y matronas. También repercute en la calidad de la atención que se da a los pacientes el hecho de que los fines de semana y festivos se cierre la lavandería del Hospital con los problemas en el abastecimiento de ropa de cama y lencería que esto conlleva. Además, en la lavandería, se están sufriendo condiciones penosas y peligrosas para la salud laboral de los trabajadores, pues allí, tienen que realizar su labor, con temperaturas ambientales elevadas y teniendo que inhalar la fibrina de la ropa de mala calidad que con motivo de los recortes, se está adquiriendo últimamente, padeciendo incluso, problemas alérgicos y respiratorios algunos de ellos.

Por ello SATSE denuncia nuevamente que los trabajadores del Hospital Comarcal, están sometidos a una fuerte presión psicológica y física por las condiciones de trabajo ya que no se dota de personal suficiente para afrontar la situación de elevada carga asistencial que se sufre y que el INGESA hace caso omiso a las peticiones y propuestas sindicales para mejorar las condiciones laborales de éstos. SATSE insiste en que la sobrecarga crónica de trabajo merma la calidad asistencial aumentando el riesgo para la salud tanto de los trabajadores como para los usuarios.

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