El Cerro de la Palma Santa se ha convertido en estos últimos días en el mejor embajador de Melilla al resto de mundo con ocasión de la peregrinación anual a la Zawiya Alawiya, en la que se estima que han tomado parte 2.500 personas llegadas desde distintos países del mundo, en especial de Marruecos. Han sido dos jornadas de hermanamiento, cánticos, recitaciones de poesía mística, momentos de meditación y, de forma especial, la posibilidad de participar de forma conjunto en alguno de los cinco rezos diarios que establece el Corán.
Este encuentro, en el que toman parte musulmanes de la corriente islámica sufí, que está en contra de la acumulación de riqueza y apuesta por la exaltación del espíritu por medio de la oración y el sacrificio, se ha convertido también en los últimos años en el mejor escaparate de la multiculturalidad melillense, puesto que distintas autoridades locales, como ocurrió anoche, acuden en la jornada del sábado, tras el penúltimo rezo en la mezquita, para compartir una cena de convivencia con los peregrinos.
La mezquita del Cerro de Palma Santa, que guarda desde hace 69 años el cuerpo del venerable Sied Mohamedi, un gran santón musulmán melillense, permite en estos días que en cada oración, se eleve una petición al Altísimo, el de que el hombre sea digno de su misericordia y que la paz llegue a ser una realidad en el mundo.
