Mucho se está escribiendo, hablando y comentado sobre este próximo inquilino de la Casa Blanca, aún habitada por el presidente negro y su familia. ¡Cuidado con nuestras expresiones! Que el Sr. Donald Trump aunque creo que hasta enero no jurará o prometerá el cargo, ya va ejerciendo como lo que será, ni más ni menos que Presidente de los EE.UU. de América y ¿Cómo no?…
…, como siempre ha sido, primer mandatario mundial seguido de cerca por sus homónimos de Rusia, Alemania, Francia y Reino Unido, más o menos por ese orden.
Ha sido seguida toda la campaña electoral en USA, más o menos como las dos anteriores en España, y ahora, del mismo modo se sigue en la misma situación después de acabada esta y del resultado “no esperado según encuestas” que se ha dado. Que la primera reacción fue adversa, bajada de bolsas, miedo a lo que podía o puede venirnos encima, etc, etc, pero no, nada más comparecer este “extraordinario” y elegido democráticamente personaje, vuelve a subir la bolsa o bolsas, el dólar y lo que antes eran “descalificaciones muchas y variadas”, ahora son felicitaciones y declaraciones de líderes políticos mundiales con deseos de colaboracionismo con los EE.UU. de América y de todos. Hasta dicen los entendidos, que el Sr. Trump (yo, después de mi duro escrito de ayer, también tengo que ser comedido y respetuoso, por si acaso) modificó y mucho su discurso post-elecciones, más comedido, con más sentido de estado y conciliador, que buscará la unidad entre todos los ciudadanos/as de su país, etc. etc.
Dicho lo anterior, me hago las siguientes preguntas: ¿Sus partidarios le votaron por esto último? ¿Por este discurso que ni sabían cómo sería? ¿O le votaron por todas las barbaridades que dijo durante su campaña tan xenófoba, machista, insultante y de apartheid expulsor, muro incluido?, porque además, si fuese así que seguramente será, le podrían exigir al Sr. Trump el cumplimiento exacto de su programa, con el argumento de que por eso le votaron a él y no a la Señora Clinton ¿O no?
En mi opinión, consultará con sus asesores, su almohada, “con su familia” y procederá a utilizar “la criba” en sus promesas: ¡Esto sí, esto no, esto tampoco! Etc. etc. Si fuese coherente con todo lo que ha prometido, malos vientos y tiempos vendrán para su país y con muchas derivaciones negativas para el resto de países de su entorno cercano y lejano.
Esperemos que tome posesión, que nombre a su equipo ejecutivo y que comience a gobernar. Entonces, sacaremos conclusiones y sabremos, si la ultra-derecha europea tendrá motivos para frotarse las manos y “las nalgas”. Tiempo, al tiempo, pronto lo sabremos, pero ese avance escasamente democrático especialmente en Europa es muy preocupante (aunque se aprovechan de esa democracia para aplicar su dictadura política). Es lo mismo que ocurre con esos catalanes separatistas, que no se sienten españoles, se aprovechan también de la democracia parlamentaria que les da el derecho de formar gobiernos y parlamentos autónomos, derecho a participar en elecciones generales españolas y hasta a expresar su anti-españolidad en nuestro hemiciclo común.
