Hace unos días, la prestigiosa revista Science se hizo eco del enorme potencial de la Plitidepsina contra la COVID-19. Podría ser un nuevo tratamiento mucho más potente que el único autorizado hasta ahora. El melillense Santiago Bueno, biólogo marino y buzo de PharmaMar, es uno de los artífices de la investigación que ha hecho posible este descubrimiento.
– ¿Qué puede suponer el Aplidin en esta lucha contra la pandemia del coronavirus?
– Como se ha anunciado, y como la semana pasada ha salido publicado en la revista Science, los resultados que hemos tenido hasta ahora es que el principio activo Plitidepsina ha demostrado ser un potente activo contra el coronavirus y, por lo tanto, podría tratarse de un tratamiento muy eficaz para la COVID-19.
– Para que podamos entenderlo todos, este medicamento no es una vacuna, sino que sirve para, digamos, neutralizar la carga viral una vez que se contagia, ¿no?
– Eso es. Esto es un tratamiento, no es una vacuna. Un tratamiento como lo es un antigripal cuando uno coge la gripe. Esto sería un medicamento que, lo que hace concretamente, es no dejar que el coronavirus se desarrolle dentro del organismo, de manera que no avance la enfermedad.
– Imagino que es importante este hallazgo porque, en estos momentos, solo hay un tratamiento en uso contra el coronavirus, ¿verdad?
– El que está aprobado es el Remdisivir, de una empresa americana, pero no hay más. Lo que dice Science es que el Aplidin es 27,5 veces más potente que el Remdisivir. El virus, por sí solo, no hace ningún daño. Él necesita de algo, dentro de nuestro organismo, para poder replicarse y atacar y desarrollar la enfermedad. Lo que hace el principio activo Plitidepsina es bloquear la proteína que usa el virus para poder propagarse dentro del organismo y desarrollar la enfermedad. Por lo tanto, reduce la carga viral del SARS-CoV-2 en un 100%.
– Es de suponer que podría ahorrar muchas de las complicaciones que están sufriendo parte de las personas que sufren la infección. ¿Es así?
– Sí, sobre todo el desarrollo muy temprano de la enfermedad, porque impide que se desarrolle. No se producirían las complicaciones que luego causa cuando se desarrolla la enfermedad.
– Este medicamento español (Aplidin) ya existía antes de la aparición del coronavirus, como un antitumoral. ¿Cómo se dieron cuenta de que podría servir contra el coronavirus?
– Al principio de la pandemia, allá por el mes de marzo, nuestro presidente anunció que la Plitidepsina tenía propiedades antivirales. Luego se hicieron una serie de experimentos in vitro, a nivel celular, con otro tipo de coronavirus similares y se vio que, a nivel celular, tenía actividad frente el coronavirus. A raíz de ahí, se planteó como un principio activo para la COVID-19. Pero, originalmente, hace años se descubrió la Plitidepsina con propiedades antitumorales.
– Ahora mismo solo hay ensayos. ¿Qué hace falta para que pueda utilizarse como tratamiento en esta pandemia?
– Cumplir los protocolos que nos exigen las agencias regulatorias para que el mercado sea accesible y llegue al mercado. Eso implica una serie de ensayos clínicos con pacientes humanos para poder verificar su eficacia y su seguridad. Ahora estamos en el momento de comenzar la fase III de ensayos clínicos de este principio activo. Es la última, la previa, antes de recibir la aprobación para poder ser comercializada.
– Me imagino que el hecho de que la revista Science se haya hecho eco de este tratamiento ha supuesto una revolución para esta farmacéutica española, ya que todo el mundo, literalmente, ha vuelto los ojos hacia ustedes. ¿Cómo lo han recibido? ¿Esperaban esta respuesta?
– Ha tenido muchísima repercusión porque ha venido a avalar lo que nosotros veníamos anunciando desde marzo de las propiedades antivirales, en este caso para el coronavirus, este principio activo. La repercusión ha sido muy grande porque ha sido apoyado por científicos de renombre internacional y en toda la comunidad científica ha sido una revolución.
– ¿Esto puede ayudar a que salga adelante y se apueste por el Aplidin?
– Desde luego, si la comunidad científica avala los resultados que estamos anunciando, claro que puede ayudar a que se desarrolle, que funcione y que se pueda acelerar el proceso. Esperamos que esto funcione para que pronto podamos tener una opción y una esperanza más para acabar con toda esta locura.
– Usted es biólogo marino, pero también se encarga de buscar personalmente especies que pueden aplicarse en la medicina con su equipo de PharmaMar, ¿es así?
– PharmaMar tiene un departamento de expediciones formado por biólogos marinos y buzos profesionales, que son los responsables de llevar a cabo las campañas alrededor de todo el mundo para obtener las muestras de animales marinos que luego se estudian en el laboratorio. Es un equipo propio de la compañía y es lo que nos diferencia del resto de farmacéuticas, porque nosotros tenemos nuestras propias muestras que luego estudiamos. Usamos la diversidad marina como modelo para encontrar nuevas moléculas que luego desarrollamos para obtener nuevos fármacos.
– Usted sigue muy vinculado a Melilla, tiene a familiares viviendo aquí. ¿Cómo ve la evolución de la pandemia en nuestra ciudad?
– Tengo parte de la familia en Melilla y la verdad es que lo sigo con atención y preocupación porque durante bastante tiempo Melilla estaba a la cabeza en número de contagios, me preocupa la presión hospitalaria, que es limitada por tratarse de Melilla. La verdad es que todo eso lo he vivido con preocupación.
“Con la pandemia todos nos damos cuenta de que de que el apoyo a la investigación es básico”
– ¿Cree que este interés que tenemos todos por terminar con la pandemia puede traducirse en un mayor apoyo a la ciencia en nuestro país, algo que se viene reclamando desde siempre por este ámbito?
– Eso esperamos. Lo cierto es que a raíz de esta pandemia, es cuando la gente en general ha tenido más interés en los temas de investigación, ciencia, etc. Es cuando se ha acordado de que hace falta el apoyo a la investigación. Ahora nos damos cuenta de que es básico, sobre todo para situaciones de emergencia global como la que estamos sufriendo en estos momentos. La compañía espera que se tenga un poco más en cuenta la investigación y tengamos un poco más de apoyo desde todo tipo de ámbitos.
“Me recuerdo desde muy joven buceando en Aguadú, en zona del faro… ahí es donde se despertó mi atracción por el mar”
– ¿Melilla y su carácter marcado por el mar influyeron para que esta fuera su profesión?
– La verdad es que sí. Melilla, al ser una ciudad costera, desde muy joven siempre me he sentido muy atraído por el mar. Me recuerdo buceando en la zona de Aguadú, en la escollera del faro, en la Mar Chica de Melilla… ahí es donde se despertó mi atracción por el mar. Indudablemente, hay condicionantes luego, como compañeros que también son buceadores, en la rama deportiva o amateur… pero han compartido conmigo esta afición por el buceo y he tenido la suerte de poder desarrollar desde un principio en la costa de Melilla. Siempre me he sentido muy melillense y orgulloso de ser de Melilla, porque pienso que, si de algo sabemos los melillenses, es de la convivencia y respeto a los demás. Eso es algo que nos diferencia del resto de la gente. Yo viajo por todo el mundo por mi profesión y así manifiesto ese orgullo por Melilla.
– Pero sus inicios profesionales no fueron en Melilla, ¿no?
– Justo antes de salir profesionalmente de Melilla, yo me encontraba haciendo estudios de biología marina sobre la fauna de la Mar Chica de Melilla, junto con biólogos de la zona, de modo que sí se puede decir que empecé mi carrera profesional en Melilla. Luego me involucré en el proyecto de PharmaMar y ya tuve que salir fuera.
