El origen de este proyecto se remonta a varios años atrás. El Gobierno local llegó a enseñar los planos de la futura Jefatura de Policía Local en 2007 para asegurar que a finales de ese año empezarían las obras. Sin embargo, los retrasos en años posteriores fueron una constante por diversas razones, entre ellas la necesidad de hacer informes geotécnicos en la zona donde se ubicará esta infraestructura, junto al Parque de Bomberos, ante la posibilidad de que hubiera “algo de petróleo”.
Tras subsanar aquel problema, llegó la crisis económica y no fue hasta abril de 2012 cuando el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, avanzó a este Diario que era necesario descartar la ejecución de ese ambicioso proyecto para dar prioridad a la dotación de medios técnicos y humanos en la Policía Local, y también a partidas sociales en el momento más duro de la crisis.
El Ejecutivo optó entonces, en la anterior legislatura, por remodelar las instalaciones actuales de la Jefatura. Sin embargo, al inicio de este mandato, en septiembre del año pasado, Imbroda sorprendió anunciando durante la celebración del patrón de la Policía Local que se retomaría el proyecto de construcción de unas nuevas dependencias con el objetivo de “dignificar aún más el ejercicio profesional de la Policía Local” dándole una nueva sede adaptada a sus “necesidades reales”.
