La corredora leonesa ha donado a la familia del menor, el dinero que ganó en la participación de su última carrera
Anita, madre de un pequeño melillense de ocho años afectado de Perthes, una enfermedad que afecta a menores entre 3 y 12 años y que cursa con la destrucción de parte del hueso del fémur debido a falta de flujo sanguíneo, ha querido agradecer a través de este medio el gesto que la corredora leonesa Gema Cima, ha tenido con su hijo.
A causa de esta enfermedad, la familia, cada seis meses, tiene que viajar a Málaga para llevar a cabo el tratamiento de fisioterapia, ya que Melilla carece de médicos especializados en traumatología infantil, lo que supone un gasto económico importante para los padres.
Un matrimonio con tres hijos que solo contaba con los ingresos del padre, hasta que Anita, comenzó a trabajar en el sector de la limpieza a través de la empresa Ohl Servicios Ingesan, que le abrió las puertas al conocer la situación por la que pasaba la familia.
Según explica, fue a cubrir una baja en La Legión cuando escuchó una conversación entre un grupo de militares donde una de las chicas (Gema Cima, sargento primero de La Legión en Melilla) comentaba que al ser de la península, no conocía ningún fisioterapeuta en la Ciudad que le diera sesiones para su lesión. Fue entonces cuando Anita le recomendó el fisioterapeuta de su hijo y le habló de la enfermedad del pequeño.
Días después, la corredora al verla de nuevo la llamó y le comunicó que había ganado una carrera benéfica organizada por Melilla Sport Capital y que el cheque, valorado en 1.000 euros, iba a donárselo para sufragar los gastos del tratamiento de su hijo.
“Fue tal la sorpresa que me quedé bloqueada. No me lo esperaba. No imaginaba que alguien a quien no conoces hiciera algo así por tu hijo”, explica.
Cuando Gema cobró el cheque, se celebró un acto en el despacho del coronel de La Legión, donde pudo conocer personalmente al niño.
“Quiero agradecer públicamente a Gema Cima la empatía y el gesto tan hermoso que ha tenido con nosotros, además de agradecer a la empresa Ohl Servicios Ingesan, que nada más conocer mi situación, me ofrecieron un puesto de trabajo. Gracias a ellos, mi hijo puede continuar con el tratamiento”, concluye Anita.
