Con la sentencia "La madre es el principio, lo es todo, María es la Luz que nos acerca a Cristo" inició Javier Mateo su parlamento de presentación del cartel anunciador de Semana Santa de la Cofradía del Flagelado y el Mayor Dolor, la obra titulada "Enciende tu pasión" del joven artista melillense Javier Ramírez Jiménez. El cartel recoge la instantánea en la que una niña enciende un cirio para salir en procesión, una luz que según el pregonero habla de Resurrección y esperanza, palabras de gran relevancia en especial en “unos tiempos difíciles” para los católicos del mundo que son perseguidos y asesinados, y que en nuestro país se traduce en el intento "de varios alcaldes de acabar con nuestra Semana Santa". Por ello, dijo que es el momento de que los cristianos se defiendan, impidiendo que haya tronos sin costaleros. Javier Mateo contó en su parlamento con el magnífico acompañamiento musical seleccionado para la ocasión, como el 'Ave maría' de Schubert interpretado a piano y violín, además de otras muy acertadas composiciones procesionales por la Banda de Cornetas y Tambores de Ntro. Padre Jesús de la Flagelación. El objetivo, dar al acto que se desarrolló en la Parroquia de la Medalla Milagrosa, la solemnidad que el momento requería.
Discurso
El pregonero agradeció la confianza que este año depositara en sus manos la Venerable Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor, un encargo que le ha llevado a vivir una sensación de vértigo que no ha hecho sino crecer desde entonces, por esta enorme responsabilidad. Pero esta encomienda le ayudó a rememorar todas sus experiencias y vivencias de la Semana Santa de Melilla, desde la fe vivida en casa a las enseñanzas de su juventud en la Salle, que le formaron en valores "que siguen patentes", y que le llevaron a vivir de lleno la Semana de Pasión participando de nazareno portando las palmas de La Pollinica o los cirios que marcan el camino de la salida procesional.
Esas vivencias le llevan a viajar a la infancia, a los olores que abren el apetito de las monas calientes, de las regañinas de su madre diciéndole que no se cantaba porque Cristo acababa de morir, o aquellos grandes títulos cinematográficos que se proyectaban en televisión.
Pero en la juventud las cosas cambiaron y en 1980, cuando Melilla recuperó su Semana Santa, fue de los voluntarios que se lanzaron a la calle para sacar en procesión al Cristo que acompañaba a la Virgen de la Soledad. Y los nervios y la timidez de aquel adolescente que participaba en esta recuperada celebración portando un Cristo en un armazón de hierro, acompañado por sus amigos, el silencio lo envuelve y sólo la voz del capaz le guía, haciéndose presente aquello de que "es necesaria la Cruz para que gocemos de la gloria de la salvación; es necesaria la muerte de Dios hecho hombre para redimir al género humano del pecado".
Sus años superiores le llevaron a conocer otra Semana Santa diferente, la andaluza, con sus tronos, saetas y "limones cascaruos" con sal. Allí estuvo el joven Javier Mateo, arrimando el hombro para subir por la Calle Dos Aceras los tronos varados sin costaleros. A su regreso a Melilla, no dudó un segundo a responder a la llamada de falta de costaleros para la Flagelación, la Virgen de las Lágrimas o el Santo Sepulcro. De hecho, en ocasiones se vestía con su traje negro y guantes blancos a la espera de que alguna hermandad precisara de costaleros, para sumarse, arrimando el hombro para permitir que, por ejemplo, Nuestra Señora del Mayor Dolor subiera la calle de la Salle. "Madre, perdóname, no era consciente que cuanto más dolía el varal y más fuerza hacía para llevarte a la Medalla Milagrosa, más te acercaba a la muerte de tu hijo".
Pero también ha llegado el momento de dar paso a su propio hijo a salir en La Pollinica, en el Flagelado y el Resucitado. Además el destino le ha permitido poder colaborar en la recuperación del manto de Las Lágrimas, los arbotantes de nuestra Patrona, el palio del Rocío, las cajas de tronos del Flagelado y su Madre y la recuperación del palio de Nuestra Señora del Mayor Dolor, con lo que constata lo que siempre ha estado vinculado a la Semana Santa melillense.
Cartel anunciador
En este momento se descubrió para los presentes el cartel anunciador de Semana Santa de la Cofradía del Flagelado, obra de Francisco Javier Ramírez titulado "Enciende tu pasión", mientras que la Banda de Cornetas y Tambores de Ntro. Padre Jesús de la Flagelación ofrecía la marcha procesional "Señor de San Román" de Emilio Muñoz.
Del autor del cartel dijo que ha pasado su infancia y juventud entre procesiones, en la cofradía del Flagelado, que en esta tercera ocasión en la que gana el concurso, presenta un trabajo "sencillo pero intenso en su mensaje" el de "Enciente tu pasión". En él cartel, el atardecer y la insignia de la Cofradía revelan que el Flagelado está en la calle, que le acompaña su madre, Nuestra señora del Mayor Dolor. Una niña enciende una vela para iniciar la salida procesional.
Momentos difíciles para los católicos del mundo
El pregonero señaló que el cartel, cumpliendo con la máxima de San Agustín de predicar "a Cristo como podáis", recuerda que vienen tiempos de "reencuentro con los nuestros, de meditación y recuerdos, de vivir la intensidad de Cristo".
Señaló que se viven tiempos difíciles, "con la amenaza del islam más radical, donde los cristianos son perseguidos, lapidados, ejecutados con los métodos más crueles"; tiempos donde "el enemigo no está lejos", como aquellos alcaldes que "amparados en la revancha" prohíben los belenes en los colegios, quitar las cruces de los cementerios o amenazar a la Semana Santa. "Es momento de todos a una, ningún trono sin costaleros, defender nuestra cultura y enseñar al mundo que somos cristianos", apostilló.
"Jesús, es a ti a quien golpean. Hieren con furia tu cuerpo, y aún ¿no protestas? Hincan sus pies, sólidos en el enlosado e intentan hundirte. Te mantienes sereno y firme. Dónde están aquellos, que por ti darían la vida, los saciados, los sanados? Te has quedado solo. Desnudo, te inclinan a golpes sobre el frío pedestal. Bendita tu actitud, Jesús, firme, segura y de semblante majestuoso. Enséñame maestro esa virtud que tanto me cuesta. Bendita la Madre, quiso el destino que estuviera a tu lado aliviando tu sufrimiento", expresó el pregonero.
Juventud
La niña de la imagen lleva a Javier Mateo a recordar a Juan Pablo II, cuando dijo a los jóvenes que "ahora más que nunca es urgente de seáis los centinelas de la mañana, los vigías que anuncian la luz del alba y la primavera del Evangelio, de la que ya se ven los brotes. La humanidad tiene necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a caminar contra corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo la propia fe en Dios, Señor y salvador ".
En sus manos, la niña porta una luz que es símbolo de Resurrección, una "llama que sobre el cirio Pascual nos grita sin palabras que Cristo resucitado está presente entre nosotros aquí y ahora. Una resurrección simbolizada por la luz, el fuego nuevo que ahuyenta las tinieblas de la muerte y resucita victorioso".
"Ahora se espera de nosotros que seamos espejo de Jesús, que alumbremos nuestra vida y la de los demás, que vivamos como vivió y pensemos como él pensó", aseguró. Cerró su intervención recordando al propio Cristo cuando dijo: "Yo soy la luz; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida"; por ello, Javier Mateo conminó a los costaleros a salir a la calle, porque "El Cristo y su Madre bajo palio os están esperando".
El Réquiem por un sueño de Clint Mansell, a piano y violín, puso el broche al acto.
