La Guardia Civil rescató ayer a 22 inmigrantes de origen subsahariano que estaban ocultos en el doble fondo de un camión que pretendía pasar a primera hora la frontera de Beni-Enzar procedente de Marruecos. Los inmigrantes, entre los que había tres mujeres, presentaban síntomas de asfixia y ansiedad por su enclaustramiento en un lugar tan reducido, que fue construido soldando una chapa al fondo de la batea y pintándola del mismo color que el resto de la zona de carga para camuflar el escondite. No obstante, todos se encuentran en buen estado en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Los dos ocupantes del camión han sido detenidos, el conductor en Marruecos tras darse a la fuga, y el acompañante en el lado español de la frontera. Los hechos ocurrieron a primera hora, sobre las ocho de la mañana, cuando un camión de matrícula marroquí y grandes dimensiones accedió a la zona de seguridad del paso fronterizo de Beni-Enzar. Estaba ocupado por dos personas y todo, aparentemente, estaba normal. Hasta que la Guardia Civil pasó por el vehículo la máquina detectora de latidos del corazón, que dio resultado positivo, indicando que había personas en el interior del vehículo.
El conductor del camión, al saberse descubierto, emprendió la huida y logró pasar corriendo a la zona de tierra de nadie, aunque posteriormente fue detenido en Marruecos. El individuo que iba como acompañante no pudo hacer lo mismo y finalmente fue detenido por la Guardia Civil, una vez que se confirmó que el vehículo estaba siendo usado para el tráfico irregular de seres humanos.
Tras un registro exhaustivo del vehículo, la Guardia Civil confirmó que los inmigrantes ocultos estaban al fondo de la batea del camión, donde se había practicado un habitáculo de pequeñas dimensiones colocando una chapa a modo de pared. De esta manera, la zona interior de carga quedaba ligeramente reducida en su longitud, pero a simple vista no se apreciaba nada porque el habitáculo estaba muy bien practicado, soldando la chapa al resto del contenedor y pintándola del mismo color que el resto para camuflar la modificación. El resultado era un doble fondo de pequeñas dimensiones, sin aberturas para que los inmigrantes pudieran coger aire.
El rescate
La Guardia Civil intentó abrir el doble fondo retirando la chapa con una palanca, aunque debido a la complejidad de la tarea, pidió ayuda a los Bomberos, que acudieron inmediatamente al lugar con dos vehículos, concretamente una autobomba de primera salida y el coche taller.
Sin embargo, cuando los Bomberos llegaron a la frontera, la Guardia Civil ya había conseguido liberar a los inmigrantes haciendo una abertura en la chapa y todos, los 22, ya estaban fuera del doble fondo, aunque en el interior de la zona de carga del camión. Por ello, los efectivos del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios ayudaron a la Guardia Civil a trasladar a los subsaharianos al edificio policial de la frontera, donde fueron atendidos por los servicios sanitarios.
Los inmigrantes presentaban síntomas de asfixia y ansiedad por su enclaustramiento en un lugar tan reducido. Mientras esperaban a que llegaran los servicios sanitarios de emergencia, la Guardia Civil y los Bomberos repartieron a los inmigrantes mantas térmicas a los subsaharianos. Cuatro de ellos tuvieron que ser atendidos por el 061 y la Cruz Roja porque sufrieron un golpe de hipotermia, dada la elevada temperatura que había en el interior del doble fondo, aunque ninguno de los inmigrantes tuvo que ser derivado al hospital.
Ya en el CETI
Se trata de 22 inmigrantes, todos de origen subsahariano, todos mayores de edad en principio, de los cuales 19 son varones y tres mujeres. Tras recibir esta primera asistencia se les practicó la correspondiente reseña, como a todos los inmigrantes que acceden de forma irregular a territorio español, y posteriormente fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) para su acogida.
De los dos ocupantes que viajaban en la cabina del camión, la Guardia Civil sólo pudo detener al acompañante, ya que el conductor se dio a la fuga por el paso fronterizo hacia Marruecos tras saberse descubierto. Sin embargo, fuentes policiales han informado a este Diario de que el conductor fue detenido en el país vecino posteriormente.
No es el más numeroso
Como ya adelantó MELILLA HOY en su edición del pasado 14 de noviembre, el doble fondo está siendo este año la vía de entrada más numerosa debido, posiblemente, al blindaje de la valla y la frontera marítima, y también por los últimos cambios de la ley.
Lo habitual es que las mafias que se dedican al tráfico de inmigrantes hagan sus pases en turismos, aunque este año se han detectado varias furgonetas para rentabilizar estas operaciones introduciendo a más personas por el mismo riesgo.
Sin embargo, el de hoy no es el pase de inmigrantes más numeroso que se produce en la frontera de Beni-Enzar. Cabe recordar que el 16 de noviembre de 2006, la Guardia Civil interceptó una furgoneta con 24 inmigrantes de origen asiático en su zona de carga.
En el caso de ayer, si cada uno de los inmigrantes pagó una media de 3.000 euros, que suele ser el precio que cobran las mafias a los inmigrantes por introducirlo en dobles fondos, el beneficio para la red de tráfico de seres humanos ha podido ascender a cerca de 60.000 euros, dado que a las mujeres las pasan gratis, supuestamente para someterlas a explotación.
