La Ciudad Autónoma de Melilla, a través de la Consejería de Hacienda, ha puesto el problema surgido con el cobro del Ipsi a la Importación y las denuncias de impago de las mismas a las arcas municipales, en conocimiento de la Fiscalía.
Según han apuntado fuentes de este departamento, la situación se remonta al mes de julio, momento en el que el que llega el nuevo Gobierno de la Ciudad.
Daniel Conesa, que fue nombrado consejero de Hacienda, nada más tomar posesión del cargo, se encontró con este problema e intentó arreglarlo “por las buenas. “Después con reclamaciones formales no atendidas por el responsable de lo que está pasando. Y ya por último ha habido que dar de baja a las agencias de su propiedad de los sistemas de tramitación de las importaciones y comunicar a la fiscalía lo que está ocurriendo” han indicado.
Con lo sucedido, en la Consejería de Hacienda opinan que “se ha cargado el sistema que venía funcionando perfectamente durante años”.
La empresa en cuestión, no obstante, ha asegurado que todo ha ocurrido a raíz de un ataque informático sufrido en julio, que ha ralentizado su gestión administrativa, pero que su intención inequívoca es la de pagar todo el IPSI recaudado, por lo que han querido tranquilizar los afectados, señalando que no van a abonar dos veces el impuesto.
Al respecto, han recordado los nueve millones de euros que han recaudado desde que se hicieron cargo de las cuatro agencias y que la parte afectada por este problema no llega a los 600.000 euros, que aseguran resolverán en este primer trimestre. Por tanto, insisten en rechazar “cualquier insinuación de conducta irregular en relación con la recaudación” del IPSI, al tiempo que piden que sep ponga en riesgo los más de 60 puestos de trabajo que tienen en la ciudad “con acusaciones que no son ciertas”.
