La educación ante las innovaciones científicas y tecnológicas (IV)
Todas las sociedades del mundo tienen ante sí el grandesafío de poder ofrecer a sus hombres y mujeres laoportunidad de participar dignamente con su trabajo enla creación de riqueza y en el funcionamiento de la sociedad,además de alcanzar individualmente la mayorplenitud intelectual y cultural posible.
El rápido desarrollo de las tecnologías de la informacióny de las comunicaciones, junto con otras tecnologíasnuevas, contribuye a estos fines, pero la respuestafundamental y previa tiene que surgir de los sistemas ymodalidades educativos. En ese empella se requiere unprofundo cambio, con nuevos objetivos y metas, conprofesores competentes y comprometidos con su vocación,con nuevos contenidos y métodos educativos, conpresupuestos sensiblemente acrecentados, pero tambiéncon materiales educativos funcionales, eficaces yeconómicos, en cantidad suficiente, que incorporencuantas innovaciones científicas y tecnológicas seanapropiadas a estos fines.
La ciencia puede y debe seguir inspirando y alimentandolos procesos educativos en gran medida. La tecnología,por su parte, puede contribuir a mejorar y extenderconsiderablemente la acción educativa. Marginartan extraordinario potencial en nuestros días resulta inconcebible,pero tampoco conviene depositar desmesuradasexpectativas en estos medios. Una vez más, laeficacia está en el uso equilibrado y simultáneo de todoslos medios auxiliares disponibles, que muchas vecesse complementan mutuamente y que potencian deforma considerable la tarea de los profesores y de loscentros educativos, cuando se utilizan selectivamente ycon criterio. Estos cada vez más diversos y algunos muysofisticados medios sirven tanto para la enseñanza porparte de los profesores como para el aprendizaje porparte del alumno.
Concretamente, y por lo que se refiere a la enseñanzade las ciencias y de la tecnología, es indispensable estableceruna correlación estrecha entre los programasde estudio, sus contenidos y métodos, y los materialeseducativos apropiados para su enseñanza y aprendizaje.Sin embargo, hay que tener en cuenta que la tendenciaactual es hacia el establecimiento de cursos deenseñanza de las ciencias, cada vez menos estructuradosy cada vez más abiertos y flexibles, los cuales, envez de ser lineares o cíclicos, son con creciente frecuenciamodulares para permitir el estudio en profundidadde temas o de problemas particulares.
Los alumnos estudian, cada vez más, solos o en pequeñosgrupos en torno a tareas diferentes, en vez de reunidospara aprender todos la misma lección, como es lapráctica tradicional. Los trabajos teóricos y prácticosestán cada vez más estrechamente imbricados mutuamentey toman muchas veces la forma de una encuesta,procurando, siempre que sea posible, cuantificar losproblemas y las soluciones. Por su parte, los materialeseducativos son utilizados crecientemente en un planteamientomultimedia, con la ayuda de la radio, la televisióny el microordenador, además de utilizar modelos,juegos y técnicas de simulación. También es cadavez más usual la aplicación de técnicas variadas dediagnóstico y de examen para comprobar los trabajosteóricos y prácticos de los alumnos. Estas pruebas permitenmedir hoy día una gama cada vez más extensa deaptitudes.
En el caso de la enseñanza de la tecnología hay que distinguirentre la formación profesional, previa a la formaciónen la empresa, para capacitar tecnólogos, y laque se imparte para un conocimiento de la tecnologíaen general como parte de una cultura general, indispensableen el mundo moderno. La primera es una base parauna actividad profesional concreta a corto plazo. La segundaes una formación ante el cambio. En ambos casos,sin embargo, hay que dar prioridad a la aplicaciónpráctica de la ciencia, apoyada en una paralela enseñanzade la ciencia adaptada al fin sustantivo de cadauna de estas modalidades. Los materiales y el equipamientonecesarios para estos fines varían, por tanto, ensu grado de especificidad, pero, en ambos casos, debenayudar a lograr los siguientes objetivos: tomar concienciade las fuerzas tecnológicas disponibles y dominadas;mostrar la posibilidad de participar en la concepcióntecnológica; ampliar el horizonte del manejo de losmedios tecnológicos, tanto por el conocimiento de susbases teóricas como por la aptitud práctica individual.En consecuencia, dos son los tipos de materiales educativosutilizados. Por una parte, los equipos de laboratoriode física, óptica, calor, química, biología,astronomía, geología, etc., y de taller de mecánica,electricidad, carpintería, electromecánica, etc., que sirvenpara una preparación general y plurivalente de base.
El esfuerzo que actualmente se despliega en todo elmundo en favor de la tecnología educativa queda demanifiesto comenzando con los medios más tradicionalesy siempre esenciales en la enseñanza, como sonlos libros de consulta, los cuadernos de trabajo, los librospara el profesorado y los libros de texto, con cuyaimpresionante mejora de calidad y expansión cuantitativadesde los años sesenta han coincidido siempre eldesarrollo y el rendimiento cualitativo en los países quelos han utilizado.
Pero incluso elementos tan básicos como el mobiliarioescolar y hasta las pizarras han visto modificar sustancialmentesu funcionalidad y adaptación a las necesidadesespecíficas de cada nivel y modalidad de enseñanza.No es de extrañar, por tanto, el auge de recientesmedios innovadores tales como los sistemas informáticosy los audiovisuales, además de la actualización delaboratorios y equipos de taller, con sistemas modularesy unidades didácticas, del mismo modo que las máquinasherramientas también son diseñadas ahora exprofeso para funciones didácticas. Todo ello es reflejo yanticipación de los avances científicos y tecnológicos,como instrumentos esenciales para cualquier modernizaciónde los sectores de producción. La mayor parte deesos numerosos y muy diversos medios de enseñanzacuentan con defensores entusiastas y detractores obstinados, quienes suelen provocar modas o expectativasdesmedidas y llegan a veces a caer en la absurda pretensiónde sustituir al profesorado y de pretender convertirlos medios en fines, en vez de reconocer quesiempre tienen que ser instrumentos aliados de un profesoradocada vez mejor formado y retribuido para tareatan difícil como es la enseñanza, aunque con crecienteeficacia gracias a estos nuevos medios. Hoy, comosiempre, la eficacia consiste en el uso equilibrado y simultáneode estos medios auxiliares que incluso puedenpotenciarse mutuamente cuando se combinan deforma adecuada.
La palabra impresa sigue siendo el principal e indispensablesoporte educativo en todo el mundo, al igual quelos laboratorios son indispensables para lograr una sólidabase científica de los estudiantes, los cuales puedencontribuir luego al desarrollo tecnológico e industrial.Pero tanto esos textos como esos laboratorios hanmejorado sensiblemente en estos últimos años en su calidad,diseño, funcionalidad pedagógica, especificidad,metodología didáctica para el profesor y para los alumnosy, algunas veces, incluso en su precio.
Hoy día es la hora de los microordenadores y del vídeo.Sus posibilidades son inmensas, es cierto, pero no vayamosa frustrar también este gran potencial llevadospor la improvisación y la precipitación, ni nos olvidemosde que, antes de acceder a estos medios más sofisticados,es imprescindible equipar suficientemente loscentros educativos de todos los niveles de enseñanzacon los indispensables laboratorios y talleres, con elmaterial adecuado para la recuperación o adiestramientode' los deficientes parciales o profundos, conlos juguetes didácticos en la educación preescolar,con los medios indispensables para la educación de adultosy, en todo caso, con los libros, cuadernos, aulas luminosasy confortables, y hasta con los lápices, quesiguen siendo indispensables en el proceso del aprendizaje.
Si se utilizan de forma adecuada las nuevas tecnologías,se incrementan sin duda la calidad y el rendimiento dela educación, sin que ello repercuta necesaria ni sensiblementeen el costo por alumno. Pero para esto esimprescindible saber seleccionar la tecnología másapropiada para cada problema de enseñanza o deaprendizaje, en vez de buscar la solución de problemasen torno a una tecnología determinada, simplementeporque está disponible y que por ello se trata de imponer.Por último, tampoco hay que olvidar que, para lograrla mayor calidad en la enseñanza, cada tecnologíadebe ser tratada de forma sistémica, es decir, como parteo como componente de un sistema en el que interactúanprofesores, alumnos, métodos pedagógicos, contenidosy materiales pedagógicos.
