A través de un comunicado, la Asociación Pro Derechos Humanos de Melilla ha criticado el silencio de la Real Federación Melillense de Fútbol (RFMF) sobre el “caso Rubiales”, tras haber sido suspendido de su cargo como presidente de la RFEF por el beso “no consentido” que éste dio a la futbolista Jennifer Hermoso tras ganar el mundial y ha instado a Diego Martínez, presidente de la RFMF, a que de su opinión al respecto.
En la nota de prensa, la Asociación acusa a Luis Rubiales de “vulnerar el derecho a la integridad” de la jugadora. “Un escándalo mundial que visibiliza las situaciones a las que se ven sometidas las mujeres por determinados jefes o superiores, en cualquiera de sus formas”, asegura.
Pero la Asociación Pro Derechos Humanos va más allá; insiste en que se ha hablado mucho de las distintas aristas que tiene esta agresión, pero poco de la situación de las hijas menores del citado, “expuestas públicamente por éste en la Asamblea de la RFEF a modo de defensa, y que afecta al derecho a la imagen de estas niñas”; y nada del “dilema moral” que planteó Rubiales a la Asamblea y a toda la sociedad española, con expresiones como “¿creen que eso merece esta cacería? o ¿Esto merece mi dimisión?”.
Si nos imaginamos una balanza, el suspendido sitúa en un platillo sus méritos futbolísticos, y en el otro un beso “no consentido a una de sus subordinadas”, y cuestiona si sus méritos profesionales “merecen más respeto que la dignidad de una mujer”, detalla la Asociación; que como contestación a estas palabras, ha indicado que la sociedad española “ya ha dado respuesta” a esa pregunta y que ahora, lo que hace falta, es que “la respuesta la den las autoridades competentes”.
