La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) publica su informe 'Derechos Humanos en la Frontera Sur 2017' en el que concluye que a lo largo de 2016 accedieron 3.512 personas extranjeras a Melilla. Según destaca, durante el año pasado se incrementó el número de llegadas de migrantes a través de la frontera de Beni Enzar, bien ocultas en dobles fondos en los vehículos o mediante de la técnica del alunizaje. Asegura que se contabilizaron 600 personas, mientras que en 2015 se cifraron en 356. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) indica en su informe 'Derechos Humanos en la Frontera Sur 2017' que a lo largo de 2016 consiguieron llegar a Melilla unas 3.512 personas de origen extranjero. De ellas, 3.393 lograron acceder al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Un centro que, según sentencia el organismo, se ha convertido "casi en una prisión" para los inmigrantes.
En este sentido, recalca que no se permite a sus residentes moverse fuera del territorio de Ceuta y Melilla "porque no están en Europa", según se especifica en el tratado Schengen. Tras realizar entrevistas a los inmigrantes que se alojan en el CETI, la organización lamenta que muchos desconocen el estado en el que se encuentran sus procedimientos administrativos así como la escasez de personal en el centro.
La APDHA se refiere a las fronteras de Ceuta y Melilla como un espacio de "excepcionalidad". Un espacio en el que la sensación de "hostilidad" e "inseguridad" que perciben los inmigrantes ha sido contrastada por los propios investigadores durante su estancia en las ciudades autónomas.
Llegadas por Beni Enzar
La APDHA informa de que, según los datos facilitados por la Guardia Civil, el año pasado incrementaron las entradas a través de la frontera de Beni Enzar.
Mientras que en 2015 se cifró en 356 los migrantes que accedieron a Melilla ocultos en dobles fondos de vehículos o mediante la práctica del alunizaje, en 2016 se contabilizaron un total de 600 personas.
Por otro lado, la asociación lamenta que la oficina de asilo se encuentre en la frontera de Beni Enzar sin contar con un cartel o letrero que la identifique como tal. Recalca que el problema con el que se encuentran los inmigrantes "es el acceso hasta dicha frontera", en el que Marruecos juega "un papel fundamental". En este sentido, incide en que los inmigrantes se ven sometidos a sistemas arbitrarios de identificación "basados en criterios raciales y económicos".
Por su parte, la organización señala que en Melilla no se suele conceder la protección de asilo a los menores extranjeros, “excepto una en el presente año y a través de ACNUR”.
Según denuncia la APDHA, tanto en Ceuta como en Melilla son constantes las denuncias realizadas desde distintos colectivos por el incumplimiento de la ley de protección del menor. En el informe se menciona a las entidades Pro Derechos de la Infancia (Prodein) y Harraga como las únicas que abarcan la atención a los menores extranjeros que viven en la calle.
Un año de muertes
Para el organismo, la radicalización de las políticas migratorias "se han convertido en una máquina implacable de generar sufrimiento, provocar muertes y violar sistemáticamente los derechos humanos de las personas migrantes o refugiadas".
Fruto de ello, denuncia la asociación, es el "descomunal incremento" durante 2016 en el número de personas que han fallecido intentando alcanzar las costas europeas, un 34% más que en 2015, y las españolas, un 125% más que hace tan solo dos años. "Es profundamente miserable que se venda como éxito la gestión de flujos migratorios española, cuando se cuentan por cientos los muertos y desaparecidos", critica la APDHA.
De estas muertes y desapariciones, dos personas de origen magrebí fallecieron en Melilla, siendo uno de ellos menor de edad. Otra tercera persona, un menor subsahariano, también desapareció cuando pretendía acceder a la ciudad en patera, según recoge la asociación tras la denuncia presentada por Prodein.
