Los melillenses vencieron a los castellonenses de forma más clara de lo que reflejó el marcador final. Josep Franch y Juan Rubio tuvieron un papel estelar, con 17 puntos cada uno y con el base catalán alcanzando los 36 créditos de valoración. El Melilla Baloncesto parece haber enderezado el rumbo definitivamente, tras encadenar anoche su segunda victoria consecutiva. Los melillenses vencieron al TAU Castelló de forma más clara de lo que reflejó el marcador final (82-72). Josep Franch y Juan Rubio tuvieron un papel estelar, con 17 puntos cada uno y con el base catalán alcanzando los 36 créditos de valoración.
El primer cuarto se había desarrollado con constantes alternativas en el electrónico y con las defensas superando a los ataques. Txemi Urtasun había tenido el honor de inaugurar el electrónico, empatando rápidamente Marcos Portález, siendo la igualdad la tónica predominante a lo largo de estos primeros diez minutos. Pese a ello, los azulones -ayer de violeta- llegaron a gozar de una máxima renta de cinco puntos (9-4), mientras que los castellonenses solo dispusieron de una ventaja de dos, que mantuvieron al término de este acto (15-17). Los mejores hasta entonces eran Darko Balaban, en los locales, con 6 puntos y Nick Washburn, en los visitantes, con 5.
En el segundo asalto, y pese a que comenzaron anotando los levantinos por mediación de Romà Bas, los de Alejandro Alcoba se mostraron muy superiores, tal y como reflejó el parcial de este cuarto (29-16), alcanzando una diferencia de hasta once puntos a lo largo de este este periodo, que repitieron a la conclusión del mismo (44-33). Juan Rubio se convirtió en la referencia ofensiva de los suyos, con tres triples, bien secundado por Josep Franch, quien colaboró en todas las facetas del juego.
El paso por los vestuarios no le pudo sentar mejor al Melilla Baloncesto, que firmó un 5-0 de inicio para establecer una máxima de partido de dieciséis puntos (49-33). Los de Toni Ten ni mucho menos arrojaron la toalla, siendo capaces de meterse de nuevo en la contienda, al colocarse a solo tres puntos (51-48), a falta de menos de cuatro minutos. Por fortuna, los locales se rehicieron, gracias a varias acciones defensivas muy buenas que les permitieron robar y culminar al contraataque. De este modo, los se irían al final del tercer cuarto con siete puntos de ventaja (59-52), tras un gran contraataque culminado por Caleb Agada con una bandeja.
En el último periodo, los de Alejandro Alcoba fueron un auténtico rodillo, con Franch dirigiendo con acierto a sus compañeros y viendo el aro con facilidad. De este modo, el decano abrió una brecha en el luminoso de hasta dieciséis puntos (77-61), a 3’31”. Los levantinos acabarían maquillando un poco la diferencia definitiva, con un parcial de 5-11 (82-72).
