El equipo melillense está afrontando una nueva semana de trabajo sin competición en el horizonte, pues esta jornada le toca descanso a un MSC Torreblanca que cuenta los días para volver a competir sobre el parqué. “Queremos jugar, no es bueno estar parados porque no queremos perder el ritmo de competición”, aseguró la brasileña Jacke de Oliveira. Está semana, la plantilla al completo está trabajando combinando la preparación física (gimnasio y pista) con un trabajo técnico-táctico preparado por Marcio Santos y Andrés Castillo. Una de las claves para mantener el tono y el ritmo competitivo es la intensidad del equipo en cada uno de los ejercicios propuestos. Unas sesiones de entrenamiento en las que las jugadoras están muy “enchufadas”, entre ellas, Jacke de Oliveira que trabaja para convencer al cuerpo técnico y tener más minutos en pista. “Tengo muchas ganas de jugar, ya que ahora mi adaptación está siendo mejor y trabajo para intentar ser mejor cada día”. Hay que recordar que la brasileña llegó a principios de este año a la plantilla local, pues problemas burocráticos impidieron que llegase antes.
La alta intensidad del trabajo y el esfuerzo del cuerpo técnico para mantener el nivel competitivo del equipo, después de tres meses sin poder competir a causa del protocolo Covid, será clave para conseguir el objetivo de la permanencia. Para Jacke, la clave del equipo, de ahora en adelante, será “mantener la pegada y seguir jugando con las mismas ganas”.
El exigente protocolo anti-Covid, que vela por la seguridad de todas las jugadoras, ha impedido que el cuadro de la ciudad autónoma jugase contra el Móstoles y el Universidad de Alicante. Una situación que entiende Jackie “es difícil mantener una regularidad en la competición manteniendo la seguridad sanitaria de todos”, destacó la brasileña, pero se mostró optimista y sentenció que “creo que pronto va a mejorar todo”.
