La Policía Nacional detuvo en la tarde del viernes a dos individuos con numerosos antecedentes policiales como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, tras ser sorprendidos con varias dosis de cocaína y hachís preparadas para su venta. Antes de ser detenidos, intentaron engañar a los agentes escondiendo los estupefacientes en el motor de un coche. Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía en una nota de prensa, los hechos ocurrieron a las 15.30 horas, cuando agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) observaron a dos jóvenes junto a un vehículo estacionado en la calle Cabo de la Nao que tenía el capó abierto. Al advertir la presencia policial, uno de ellos arrojó un bote dentro del motor, lo que fue advertido por uno de los policías. Los agentes se aproximaron para interpelar a los individuos sobre lo que estaban haciendo. Los jóvenes, visiblemente nerviosos, respondieron a las preguntas de los policías con explicaciones inverosímiles y contradictorias. Finalmente, uno de los agentes encontró el bote de pastillas entre el cableado del motor de vehículo, conteniendo 5 bolsas de cocaína dispuestas en dosis listas para su venta. Mientras tanto, otro policía descubría en el cacheo de uno de los jóvenes 10 piezas de hachís.
Los detenidos, un melillense de 24 años y un marroquí de 28 cuentan con numerosos antecedentes. Al primero le constan 8 reseñas por delitos contra la salud pública, robo con violencia e intimidación y lesiones. El segundo tiene 11 antecedentes, siendo los últimos por delito contra la salud pública, asociación ilícita, delito contra la seguridad del tráfico y malos tratos habituales en el ámbito familiar.
Delito contra la propiedad
Media hora antes, estos agentes tuvieron que intervenir en otro suceso a requerimiento de un compañero que estaba fuera de servicio, que contactó con la Jefatura Superior para que se hicieran cargo de un individuo al que tenía inmovilizado tras haberlo sorprendido en el interior de un vehículo estacionado en la calle General Astilleros, mientras intentaba arrancar a tirones el equipo de música del salpicadero.
El automóvil presentaba la ventanilla trasera izquierda fracturada y todo el interior revuelto. Los policías procedieron a la detención y traslado a los calabozos de la Jefatura de este individuo, un marroquí de 35 años de edad con 11 antecedentes por distintos delitos, siendo los últimos por robo con fuerza en las cosas e infracción a la Ley de Extranjería.
