El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, calificó ayer como “un combinado insufrible” los tres fenómenos que afectan a la frontera de Melilla: la inmigración irregular, el comercio atípico que protagonizan las porteadoras marroquíes, y los menores extranjeros no acompañados (MENA). Todo ello “está dañando muchísimo la imagen de la ciudad” y por ello, Imbroda insistió en que la situación fronteriza de Melilla “es muy preocupante”. Imbroda, a preguntas de los periodistas, dejó claro que Melilla “no puede permitirse” ese “combinado insufrible”, lo que hace necesario reordenar todos los tránsitos que se producen en la frontera que separa nuestra ciudad del entorno marroquí. “Si no, entonces daría igual cuántos guardias civiles y policías hay en la frontera porque siempre tendríamos problemas”, añadió Imbroda.
Este asunto fue uno de los que abordó el presidente melillense en la reunión que tuvo el miércoles con el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. Imbroda se resistió a dar más detalles de este encuentro, e instó a esperar al discurso institucional del 17 de septiembre.
De todos modos, sí admitió que salió “muy satisfecho” de esa reunión, que fue “muy oportuna” y que en un principio iba a ser más corta. Sin embargo, se prolongó al poner sobre la mesa “temas importantes” que hicieron la cita “muy densa e intensa”.
Valla de Ceuta
Por la valoración que ofreció Imbroda, parece que entre las posibles medidas que podría adoptar Interior no se encuentra una remodelación del perímetro fronterizo como sí se ha anunciado para la valla de Ceuta. En este sentido, el presidente dijo que “Ceuta tiene unos problemas que, aunque desde el punto de vista general son similares, ellos tienen unos particulares que no tenemos aquí”.
