La Ciudad ha iniciado los trabajos de reordenación e instalación de nuevo mobiliario para reforzar en la calle Caros Ramírez de Arellano la prioridad peatonal tras los diversos incidentes con farolas y vallas en la zona de aparcamientos. Ayer ya instalaron los 40 maceteros con el fin de dar mayor seguridad al peatón. La Consejería de Coordinación y Medio Ambiente inició en la mañana de ayer la primera fase de las actuaciones para reforzar la semipeatonalización de una de las tres grandes obras que se han impulsado hasta ahora recogidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible: la de la calle Carlos Ramírez de Arellano.
Una vez creada la plataforma única en dicha calle, desde el Área de Medio Ambiente se constató el mal estacionamiento de los vehículos en el único tramo de esta vía que se puede aparcar y que va desde la calle General Buceta hasta la rotonda.
Y es que provocaba que los coches estacionaran de forma irregular acabando con farolas y vallas al intentar aparcar fuera de los espacios que aguarda el diseño de esta calle.
Es por ello, que tal y como anunció el pasado mes de noviembre el titular de este área, Manuel Ángel Quevedo, en la mañana de ayer se han empezado a instalar las 40 jardineras de acero cortés con plantas de buganvillas y metrosideros en el centro de este tramo de la calle para reforzar la seguridad del peatón creando un pasillo central que va hasta el Parque Hernández.
Esto impedirá que los coches estacionen en mitad de la vía en doble fila en un espacio que es de prioridad peatonal, algo que los vehículos no comprendían y cuando aparcaban y daban marcha atrás doblaban las farolas que antes estaban en el centro de la calle y que volvieron a ser instaladas la semana pasada.
Además, al ser una zona S-28 los vehículos que circulen por General Buceta tendrán que ir a unos 20 kilómetros por hora por lo que no hará falta un paso de cebra en mitad de Carlos Ramírez de Arellano para pasar de una parte a otra de la calle. Este tramo de la calle quedará como un espacio de continuidad y permeabilidad peatonal a la vez que se reduce el ancho del carril de circulación.
La segunda fase será la instalación de pilonas delante de los árboles para que no se aparque en ese espacio y dejar más delimitadas las zonas donde se puede estacionar. Posteriormente, se instalarán nuevos bancos con respaldo a lo largo del paseo central.
