El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, se ha mostrado “muy escéptico” ante el viaje que realizará este miércoles a Marruecos el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, con el que el Gobierno español pretende reforzar las relaciones políticas, comerciales, culturales y de cooperación.
A preguntas de los periodistas, Imbroda ha dicho que “está bien que hablen”, pero cree que es mejor que no lo hagan “si es para nada”, y se ha referido a la situación actual en la frontera de Melilla, donde la aduana comercial lleva cerrada desde 2018 y no se aplica de manera igualitaria el régimen de viajeros, perjudicando al lado español.
Respecto a la aduana comercial, que está cerrada por decisión unilateral de Marruecos desde el 1 de agosto de 2018, Imbroda ha calificado como “una especia de tomadura de pelo” los “ensayos ridículos” que han realizado España y Marruecos este año para su reapertura, que había sido anunciada por el Gobierno a principios de 2023.
Imbroda ha recalcado que el cierre de la aduana se produjo con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España y, desde entonces, “han dicho varias veces que se va a abrir, pero luego es mentira”.
El régimen de viajeros
Asimismo, el presidente melillense se ha referido a una de las principales quejas de la patronal de la ciudad respecto al hecho de que en la frontera terrestre entre España y Marruecos no se aplique de manera igualitaria el régimen de viajeros, de manera que quienes pasan hacia Melilla pueden llevar compras y enseres personales, pero no en el sentido contrario.
Imbroda ha afirmado que se llevaría “una gran sorpresa” si el diálogo entre ambos países sirviera para que dicho régimen de viajeros se aplique de igual manera en ambos sentidos y que las personas procedentes de Marruecos pudieran comprar cosas en Melilla que luego pudieran pasar a su país, como “unos zapatos o un paraguas”.
La realidad, ha lamentado Imbroda, es que “hasta ahora es imposible y en la frontera no dejan pasar [desde Melilla hacia Marruecos] ni una bolsa de frutos secos”, todo ello “con el escarnio que supone” que en el sentido contrario sí se permita pasar mercancías en régimen de viajeros.
El presidente autonómico ha dicho no entender “cómo el Gobierno nacional ha aguantado tanto tiempo sin haber puesto eso negro sobre blanco” y es una cuestión en la que, a su juicio, los responsables de ambos países “tienen tarea” porque “si quieren pueden hacerlo”, pero es “muy escéptico” en que se pueda conseguir.
