El presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, hizo ayer un llamamiento para no alentar a los menores inmigrantes que se niegan a ser tutelados por la Ciudad Autónoma a que estén en la calle, ya que considera “una barbaridad” jalear esa opción, sobre todo en fechas como éstas, en las que hace mal tiempo. “Fíjense el día que hace hoy [por ayer] y la noche que ha hecho”, apuntó para señalar las bajas temperaturas y las tormentas que está habiendo en Melilla. “Que esos niños estén metidos en la escollera del puerto o en una cueva es una barbaridad”, afirmó Imbroda a preguntas de los periodistas antes de recordar el grave riesgo que corren estos menores de edad en su intento por acceder clandestinamente a los barcos.
Señaló que algunos son interceptados antes de que pongan en peligro su integridad, pero otros “no se sabe qué ha pasado con ellos”, de ahí su llamamiento a “quienes jalean” a estos menores para que no acudan a los centros de acogida de la Administración, donde tienen sus necesidades vitales cubiertas.
El problema, aclaró Imbroda, no es de los niños, “sino de que hay una asistencia, que unos no quieren, y otros que los dejan que no quieran”, si bien aseguró que desde las administraciones públicas van a resolverlo, aunque sea “complejo y difícil”, debido a que Melilla tiene una “frontera permeable” con Marruecos y existen “una serie de estímulos enormes” para esa inmigración infantil.
Respecto a la alarma social que está causando la presencia de menores extranjeros no acompañados en las calles, Imbroda afirmó que los cuerpos de seguridad van a seguir recogiéndolos de las calles para llevarlos a los centros, aunque apuntó que entre los interceptados hay muchos adultos, a los que se expulsa en aplicación de la Ley de Extranjería.
“No nos vamos a cansar”
Según Imbroda, esta labor supone “hacer una limpia de gente que no está legalmente en Melilla”, e insistió en que las administraciones que están trabajando en este asunto no se van a “cansar” de hacer este trabajo y dar a conocer los resultados a la opinión pública. No obstante, pidió que no se criminalice en general a los menores, porque “no es justo ni objetivo”. Avanzó que dará datos de ello.
“No nos vamos a cansar y seguiremos haciendo esta recogida de menores casi diariamente. Esto es el final de la solución”, aseveró el presidente melillense, convencido de que al final lograrán que esos niños “estén donde tienen que estar y no en las calles”.
