El presidente melillense salió ayer al paso del malestar que al parecer ha ocasionado la aplicación del acuerdo de gobernabilidad con Populares en Libertad (PPL) a cierto sector de este partido al insistir en que no se ha producido ningún incumplimiento del pacto o, al menos, ese es su “sentimiento”. A su juicio, la reducción de consejerías y sociedades públicas compensa el incremento de viceconsejerías, de modo que las críticas proceden de aquellos que “se han quedado descolgados” y quieren “poner palos en los ejes para que esto no ruede”. A preguntas de los periodistas, Imbroda aseveró que en su configuración del Gobierno, ha ido en algunos aspectos más allá de las exigencias del acuerdo al suprimir tres sociedades públicas (Promesa, Patronato de Turismo y Fundación Melilla Monumental), a pesar de que PPL reclamaba en el acuerdo su conversión en otra institución.
“Si vamos a la mayor, ahí nos ha sobrado”, dijo Imbroda al alegar que eso debería “compensar con a lo mejor un viceconsejero o dos más de lo que ellos [PPL] hubiesen pretendido”. A su juicio, “no hay color” en la comparación de las consejerías y sociedades con las viceconsejerías, aunque considera que PP y PPL están “en la línea de entendimiento” que se han propuesto y, de hecho, existe una “comunicación continua” entre los máximos responsables de la formación liberal y la popular en el marco de este pacto.
Un trasfondo
Si en un momento dado el acuerdo “chirría”, dijo que “habrá que hablar y reconducir y razonar todos”, aunque en su opinión las críticas que se han dado tienen “un trasfondo” que no se centra en el cumplimiento “más o menos” de la literalidad del pacto, sino en el ánimo de evitar que se lleve a cabo.
“Son los que se quedan descolgados y no les interesa que esto funcione porque sus apetencias personales no han sido cubiertas”, apuntó Imbroda, convencido de que lo que pretenden es “constantemente enturbiar para que reviente y tener una posibilidad remota para el mañana”, algo “muy humano que no conduce a nada”. Por ello, consideró que PP y PPL deben tener claro “cuál es la necesidad común” y velar por el interés de la ciudad, separando éstos de los “intereses espúreos”.
